«Cuando la gente te aplaude te entran hasta ganas de llorar»

«La primera salida que hice que como jefe de pelotón la gente nos aplaudía y nos daba las gracias. No es habitual vernos como militares en las calles», explica la sargento del Gail Ana Coscorón, uno de los grupos del Maca de la base del Ejército de Tierra Conde de Gazola, en Ferral, que estos días de la pandemia han cambiado los vuelos de los drones por su presencia en la calle, coordinándose siempre con los policías y la Guardia Civil, para garantizar que se cumpliera el estado de alarma y que después ampliaron sus misiones más allá, en tareas de desinfección, en residencias o allí donde fueran demandados.

No han parado estos días, pero para los soldados leoneses que han salido estos días a la calle «ha sido un estímulo en presencia y reconocimiento, todos estamos al 100% profesional y anímicamente y muy contentos con las misiones que nos han encomendado porque estamos a disposición de la población para colaborar con ellos en todo lo que sea necesario», añade la capitana Inés Vacas.

El sargento Javier Crespo es el jefe del equipo de desinfección. Durante estos días ha trabajado y organizado mano a mano con los responsables de las residencias de ancianos la desinfección de los centros. Se adaptan a las demandas y necesidades y proceden durante dos horas de media a recorrer todas las instalaciones, zonas interiores y exteriores, para que no quede ningún resquicio del virus. «Cuando estamos en las zonas de fuera nos aplauden y nos dan las gracias», concreta el militar. «Con el primer aplauso te entran hasta ganas de llorar, porque la gente no suele valorar lo que hacemos por el desconocimiento que tienen de nuestra actividad, pero cuando te dan las gracias masivamente, se te ponen los pelos de punta», explica gráficamente la sargento Ana Coscorón. Mientras dure la pandemia, ellos seguirán cumpliendo con lo que se les encomiende a través de la Operación Balmis.