El Gobierno enfría la posibilidad de una semana laboral de 4 días

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, puso la semana pasada encima de la mesa el debate sobre la posibilidad de reducir la semana laboral a cuatro días. Es decir, pasar a trabajar 32 horas en lugar de las 40 horas que recoge a nivel general el Estatuto de los Trabajadores. Sin embargo, esta opción que según el líder de Unidas Podemos está estudiando el Ministerio de Trabajo la rechaza ahora el Gobierno al que pertenece. «No debemos desconcentrarnos de lo que ahora nos ocupa prioritariamente», recalcó ayer la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que aclaró que esta materia ni se ha abordado en el Consejo de Ministros ni en el área económica del Gobierno.

Unas horas antes había sido el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quien enfriaba esta posibilidad mostrándose abiertamente contrario a que se aplique en España. «No creo que tengamos margen para eso, no, no», aseguró en una entrevista en Catalunya Ràdio. Y dejó claro que no considera que «España sea un país que, con sus niveles de productividad y competitividad, tenga que dar prioridad a ese asunto».

Escrivá abre así una fisura más en su relación con Iglesias, con quien ya ha chocado en otras ocasiones, principalmente por la gestión del Ingreso Mínimo Vital.