Diario de León

Los asesinos de Lluch amenazan al PP y al PSOE con la «respuesta de ETA» si siguen firmando pactos

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Los presuntos miembros del comando Barcelona de ETA Fernando García Jodra, José Ignacio Cruchaga y Lierni Armendáriz, supuestos asesinos del ex ministro de Sanidad Ernest Lluch, afirmaron ayer, en la primera sesión del juicio en la Audiencia Nacional por este atentado, que mientras el PP y el PSOE «se dediquen a firmar pactos cuya apuesta única es el conflicto», tedrán la «respuesta» de la banda terrorista. Los etarras se mostraron «orgullosos» de pertenecer a ETA y no dudaron en asumir todos los atentados cometidos y las futuras acciones de la organización criminal. Durante el juicio, los tres acusados, para quienes el fiscal pide 54 años de prisión para cada uno, fueron expulsados de la sala cuando la acusada Armendáriz señaló a uno de los policías que acudieron a testificar y grito: «Este me torturó a mí y a Iñaki (Cruchaga) también». José Ignacio Cruchaga comenzó a dar golpes a los cristales de la cámara acorazada desde donde seguían el juicio y, en voz alta, pero ya con el micrófono cerrado, dijo que no quería estar en la misma sala con unos «torturadores». Antes de ser retirados por los funcionarios policiales de la sala, el mismo acusado gritó: «Gora ETA». En el inicio de la vista, los acusados accedieron a declarar y se expresaron ante el tribunal en castellano. El primero que intervino fue Cruchaga, a quien el fiscal le imputa haber sido la persona que efectuó el disparo que acabó con la vida de Lluch. A preguntas del Ministerio Público, el acusado asumió «todas las ekintzas (acciones) de ETA». «Soy miembro de ETA y estoy orgulloso de serlo. Asumo todas las acciones que ha llevado a cabo la organización a lo largo de la Historia y las que llevará en el futuro mientras la respuesta del Estado español y francés sea la misma». El etarra señaló que Lluch fue el objetivo elegido porque había sido miembro del Gobierno del PSOE «que financió, instigó y apoyó los GAL, la tortura o la dispersión».

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