España exige garantías oficiales para desalojar la isla

España eludió ayer la presión internacional para una retirada urgente de Perejil y dejó muy claro que no ordenará a los legionarios abandonar el islote hasta que Marruecos conteste de manera oficial a la oferta de diálogo realizada por el Ejecutivo, ofrezca plenas garantías de que no volverá a ocupar la plaza en litigio y acepte su «statu quo» de los últimos 40 años. El Gobierno valoró de forma muy positiva la intención de Rabat de no volver a ocupar Perejil si España se retira de la Isla -tal y como manifestó en varias entrevistas el jefe de la diplomacia marroquí, Mohamed Benaissa, descartado después tras la rueda de prensa en París -pero desconfía y exige que estas declaraciones se plasmen en algún tipo de documento o comunicación oficial. «España reclama seriedad y una respuesta a través de cualquier cauce establecido en el derecho internacional y en las relaciones entre países», afirmó, sin ambages, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro Portavoz, Mariano Rajoy, tras la reunión del Consejo de Ministros, donde se debatió largo y tendido sobre el conflicto militar en Isla Perejil y se analizaron los informes presentados por los titulares de Exteriores y Defensa, Ana Palacio y Federico Trillo, respectivamente.