Más de 3.500 voluntarios de toda España trabajan contra el desastre

Allí, provistos del material necesario y ataviados con guantes, monos y mascarillas, se sumaron a la dura batalla que desde hace una semana mantienen los gallegos para tratar de paliar los efectos de un desastre que podría arruinar una de las principales fuentes de riqueza de su comunidad. En las Rías Bajas, cerca de 500 voluntarios tomaron también las playas de O Grove, Baiona y el parque nacional de las Islas Cíes, hasta donde fueron llevados en lanchas por los marineros. En las rías de Arosa y Vigo, los marineros salieron a la mar a las seis de la mañana para tratar de localizar nuevas manchas próximas a la costa y recoger--unas veces con palas y rastrillos y otras con sus propias manos- el petróleo que ya está en el mar. Pretenden evitar a toda costa que el fuel penetre en las rías y las arrase. Los voluntarios fueron alojados en polideportivos preparados a tal efecto por Protección Civil y que el Ejército habilitó con colchones, mantas, almohadas, toallas y material para la higiene de las personas. Además, los militares instalaron comedores y trenes de ducha. Cruz Roja se hizo cargo de repartir la comida y de prestar asistencia sanitaria a quienes lo precisaron. El Ejército prevé que varios miles de voluntarios más puedan llegar hasta Galicia durante el fin de semana y ha comenzado ya a instalar otros nueve campamentos. Según fuentes de una de las cofradías de pescadores de la ría de Vigo, algunas personas tuvieron que ser atendidas por intoxicaciones provocadas por la inhalación de fuel, alergias, problemas de piel e hinchazones en la cara y extremidades. Se trata, en casi todos los casos, de voluntarios que llevan ya varios días trabajando en la zona, que empezaron antes de que fueran distribuidos los guantes, las mascarillas y el material necesario para protegerse. Muchos marineros lamentan la descoordinación y la carencia de medios de los primeros días y consideran que gran parte de estos problemas podrían haberse evitado si las autoridades hubieran reaccionado con mayor celeridad. Ahora, tienen a su favor el viento, que sopla en dirección contraria a la costa y aleja las manchas del litoral. No obstante, temen que se produzca un cambio súbito en la dirección del viento que arroje todos los residuos contra las playas. Por otra parte, ayer zarpó de la base naval de Rota con destino a la zona una Fuerza Anfibia, compuesta por dos buques con 1.200 hombres y mujeres que participarán en la lucha contra la contaminación. Esta unidad, que llegará al litoral gallego este domingo, está compuesta por el buque anfibio Galicia y el de desembarco Pizarro, tropas de Infantería de Marina, una Unidad Aérea embarcada con cuatro helicópteros y una Escalón Médico Avanzado. La fuerza embarcada transporta también 28 vehículos todoterreno, 5 vehículos de asalto anfibio o 18 camiones de transporte.