Sánchez acepta el envite: habrá un cara a cara con Feijóo en el Senado por el modelo energético
Los populares reclaman un debate de política general para hablar «de lo que a la ciudadanía le preocupa» El movimiento de Moncloa obliga al líder del PP a tener listo su plan a contrarreloj
Pedro Sánchez y el canciller Scholz ayer en Meseberg, durante el consejo de ministros alemán. CLEMENS BILAN
El inicio del curso político, el último antes de sacar las urnas a la calle, estará marcado por el duelo parlamentario entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El jefe del Ejecutivo recogió ayer el guante y aceptó la propuesta del líder del PP que le retó el pasado sábado a un debate en el Senado —donde tiene escaño— sobre la respuesta a la crisis económica que ha provocado la invasión rusa de Ucrania. Serán la Mesa y la Junta de Portavoces de la Cámara las que fijen ahora la fecha para ese pleno aunque su presidente Ander Gil ya ha avanzado que será el 6 de septiembre.
«Queremos que sea un debate constructivo y propositivo, un debate sobre ideas, proyectos y modelos», aseveró la ministra portavoz, Isabel Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El PSOE y el Gobierno habían respondido el lunes a la petición remitiéndose a la sesión de control del Senado que se celebra una vez al mes y descartando un pleno extraordinario. Sin embargo, 24 horas después rectificaban y registraban la comparecencia para que Sánchez informe «del plan de ahorro energético» y su dimensión territorial. Una suerte de segunda vuelta del debate sobre el estado de la nación, pero esta vez con Feijóo y el líder socialista como únicos protagonistas.
En la Moncloa desvinculan la comparecencia de la petición previa del PP y culpan a los conservadores de ser «catastrofistas» y «alarmistas». Fuentes gubernamentales subrayan que el debate tendrá lugar después de que haya finalizado el plazo de las comunidades para presentar propuestas al plan de contingencia que el Gobierno elevará a Bruselas, y que tendrán lugar en el Senado por las «implicaciones territoriales» del plan energético aprobado con el voto en contra del PP. «La única receta de Feijóo es recetar pesimismo. De esto vamos a poder hablar en los próximos días», señaló Rodríguez.
En el cambio de postura del Ejecutivo ha pesado sin duda el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, la conservadora Ursula von der Leyen, que adelantó el lunes una «intervención de emergencia» en el mercado energético, con el objetivo de topar el precio del gas como hacen España y Portugal. También, poner en evidencia a Feijóo al que critican por carecer, según las fuentes consultadas, de un modelo energético alternativo, y que solo busca recuperar propuestas «del pasado», como prolongar las vidas de las centrales nucleares. «Que no nos venga con catastrofismo, sino con soluciones reales», apuntan en la Moncloa.
Insatisfacción en Génova
El Ejecutivo busca comenzar el curso desplegando su acción de Gobierno, y en ese marco consideran que un debate en la Cámara alta con el jefe de la oposición les concede la oportunidad de contraponer su modelo con el del PP. Sánchez está decidido a recuperar terreno frente a un Feijóo empoderado por las encuestas y que busca abrir grietas en el discurso económico y energético del Gobierno ante un invierno «complicado».
Pese al paso adelante de Sánchez, en Génova aseguran no sentirse satisfechos con el pleno monográfico ya que entienden que el jefe del Ejecutivo debería «rectificar» y «comparecer para hablar de las incertidumbres económicas y sociales que afectan a este país, y no solo de energía». Insisten en que el hecho de que el presidente «sólo se atenga a explicar en el Senado un decreto ya convalidado en el Congreso evidencia su falta de interés en debatir con Feijóo de política general».
El líder gallego aseguró el fin de semana en Cotobade que espera poder «reflexionar, hablar y concretar los modelos» de uno y otro ante problemas como el reparto de los fondos europeos, la crisis energética o los incendios. «Es lo que yo haría —aseguró— si fuera presidente».
La presión fue a más, y el lunes Feijóo reiteró la petición de un debate «sosegado» durante una intervención en Génova, en la que avanzó que el PP ultima un plan energético que presentarán como alternativa al decreto que está actualmente en vigor, y que propondrá, entre otras medidas, incentivar la energía hidroeléctrica o una moratoria para las nucleares. Un plan que ahora, tras el movimiento de Moncloa, tendrán que tener listo para la próxima semana.