Cuíña mantiene su retiro y no asiste a la convención del partido en Santiago

El ex conselleiro de Política Territorial Xosé Cuíña se mantuvo ayer fiel a su promesa de mantenerse en silencio, así como su decisión de apartarse de los actos del partido hasta que la Comisión del Estatuto del Diputado dictamine la compatibilidad de sus actuaciones en la Xunta con las actividades de las empresas familiares. Ni la presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, ni la del secretario general del PP, Javier Arenas, consiguieron que Cuíña acudiese a la Convención Municipal del PPdeG, que se celebró en Santiago de Compostela. No fue la única ausencia notable. Tampoco se vió en el Palacio de Congresos a los cinco diputados del PP de Ourense que reclamaron la dimisión del secretario general del PPdeG, Xesús Palmou, por considerarlo responsable de la destitución de Cuiña y de que el partido abandonase la senda «galleguista». Aunque el presidente del Partido Popular de Ourense, José Luis Baltar, aseguró a los periodistas que su hijo y sus cuatro compañeros de escaño llegaron al acto con tres cuartos de hora de antelación. Sin embargo, el partido se esforzó para dar muestras de «unidad», no sólo en los discursos, y consiguió que más de 3.000 personas llenaran el auditorio, hasta el punto que unas 1.000 personas tuvieron que seguir las intervenciones de los dirigentes del partido desde el hall a través de una pantalla de televisión.