Diario de León

La comisión científica recomienda sacar el petróleo o, en su defecto, sepultar el pecio bajo hormigón

El Gobierno encarga a Repsol que estudie si se puede bombear el fuel

El Gobierno encomendará a Repsol la solución definitiva al vertido del «Prestige». La comisión científica constituida a principios del mes de d

El vicepresidente de Investigación Científica y Técnica del CSIC, Emilio Lora Tamayo

El vicepresidente de Investigación Científica y Técnica del CSIC, Emilio Lora Tamayo

Publicado por
Paula de las Heras - MADRID.
León

Creado:

Actualizado:

Ahora quedan, en el mejor de los casos, nueve meses por delante antes de que el buque naufragado deje de ser un problema. Los tres primeros se dedicarán a realizar estudios simultáneos de las dos opciones sugeridas para evitar que, en caso de que la primera quede descartada, se produzcan más demoras. Pese a las dificultades, el organismo que preside Emilio Lora-Tamayo confía en que la extracción se pueda llevar finalmente a cabo. Sería lo más rápido: los 9 meses mencionados, frente a 22. Y más barato: 30 millones de euros, frente a 130. Ambas soluciones cuentan con un pequeño obstáculo común y es que requerirían el empleo de vehículos dirigidos por control remoto (ROV) capaces de operar a unos 4.000 metros de profundidad (la proa del barco se encuentra a 3.830 metros y la popa inclinada sobre una formación rocosa a 3.565 ). Hoy por hoy, según explicó José Luis Moya, uno de los expertos de la comisión, no existen submarinos que puedan hacerlo, y los que hay carecen de la potencia necesaria para emprender las acciones precisas. Habrá pues que modificar los aparatos que ya se emplean a 2.800 metros. El inconveniente está en el «cordón umbilical» de acero que uniría el vehículo con el lugar desde el que se opera porque el límite de resistencia de este metal está en tres kilómetros, más allá de esa distancia el cable se partiría por su propio peso. Aún así, señaló Moya, es probable que se encuentre una solución a este problema. «Si no se han construido ya maquinas de este tipo es porque la industria petrolera no los ha demandado todavía, no porque sea imposible». Al margen de este asunto técnico, la principal dificultad para la extracción por bombeo estará en la viscosidad del fuel. Para emplear este sistema es necesario que el combustible fluya, aunque sea mínimamente, por sí solo; de otro modo no habría forma de hacerlo ascender por la tubería vertical de 4 kilómetros de longitud que comunicará el casco con un petrolero situado en la superficie. En cualquier caso, para lograr que la densidad del fluido sea menor, la comisión asesora propone inyectar en los tanques un aceite vegetal biodegradable (éter de metilo de colza) que se mezclaría con el fuel y lo haría más ligero. «Éste -reconoció Moya- será el punto crítico porque ahora, contra todo pronóstico, el petróleo sigue fluyendo, pero cuando se inicie el proceso habrán pasado unos tres meses». El caso del encofrado no reviste ningún inconveniente tecnológico, pero es menos recomendable. La pega sería, no obstante, cómo controlar el hundimiento del sarcófago de hormigón para que situarlo en el lugar exacto, sin que se desvíe de su trayectoria. Algo que deberá determinar el estudio de viabilidad en los próximos tres meses.

tracking