El marido de una detenida en Valencia afirma que son católicos

Rafael Bort, el marido de María Dolores Cerdá Ibáñez y cuñado de Enrique, ambos detenidos en Valencia por estar presuntamente vinculados con Al Qaída, explicó ayer que su empresa pasa por apuros económicos, con lo cual rechazó que haya podido participar en la financiación de la red terrorista, al tiempo que destacó la nula vinculación de su familia, de formación católica, con el Islam. En declaraciones a Europa Press, Bort dijo que la detención de su mujer y su cuñado es un «error» y aclaró que su relación con Francisco Palop Monje, otro de los detenidos en la operación de la Guardia Civil, se limita a que son conocidos de Cullera, ya que la pareja tiene allí un apartamento. Bort se quejó de la situación de incomunicación en la que se encuentra su mujer y el resto de detenidos. «Ni siquera cuando realizaron el registro de casa -en el que Rafael Bort estuvo presente- me dejaron que hablara con ella, la tenían apartada», afirmó. En este sentido, el cónyuge de María Dolores Cerdá explicó que «desconoce» cuando su esposa y cuñado pasarán a disposición judicial y que Guardia Civil sólo se puso en contacto con él «para hacer el registro de los inmuebles» propiedad de la familia. Así pues, dijo que la única información que tienen es la que «dan los medios» y que cree que su esposa está ahora en Madrid. Además, se mostró especialmente preocupado porque su mujer «padece desde hace tiempo anorexia» y en la actualidad sigue un «tratamiento para el sistema nervioso». Bort dijo que «de momento» no va a tomar ninguna medida legal porque no sabe nada de ella, «pero cuando se aclare todo» se defenderán y harán todo lo que esté a su alcance. «Afortunadamente tenemos amigos que son importantes abogados que nos van a defender» e incluso otras personas allegadas «se han ofrecido a avalarnos en el caso que haya que pagar una fianza, puesto que yo no tengo dinero», añadió. Al respecto, informó de que la empresa de su propiedad «desde hace una temporada estaba atravesando unas muy difíciles situaciones económicas». Así pues, explicó que «se estaban embargando cosas, haciendo hipotecas de máximos para poder recurrir a dinero para hacer frente a la situación» y que en la actualidad, la familia «estaba en negociaciones con bancos, a los que no sabíamos qué decirles para hacer frente a lo que nos quedaba por pagar», apostilló. Bort se preguntó: ¿«Cómo podemos nosotros financiar a unos tíos y quedarnos con el culo al aire?». En su opinión, es todo un «drama increíble», pues «están tratando a mi mujer como una terrorista peligrosísima que tiene un poder increíble».