¡Peligro, mártires en el camino hacia Bagdad!

Entre los múltiples peligros que enfrentan las fuerzas estadounidenses y británicas en su marcha hacia Bagdad, uno de los más imprevisibles es el causado por los llamados mártires de Sadam. Se trata de soldados disfrazados de civiles, o de civiles armados, que se apuestan en el camino de las tropas para acudir a su encuentro en son de paz y, cuando están a distancia suficientemente cercana, desenfundan sus armas para atacarles. En uno de esos incidentes, un grupo de civiles disfrazados recibieron a los marines como si les consideraran un ejército liberador para luego abrir fuego contra ellos. Cinco soldados estadounidenses resultaron heridos a consecuencia de los disparos. En otra ocasión, unos soldados iraquíes en Nasiriya mostraron una bandera blanca a un pelotón estadounidense y, cuando éste se aproximó, la artillería empezó a disparar. Esta táctica iraquí, que vuelve a poner de relevancia la falta de una estrategia militar coherente por parte del régimen de Sadam Huseín, también deja claro la existencia de flancos débiles en la operación militar de EE. UU. Al renunciar a los combates prolongados en las ciudades y preferir dejar sin control varios focos de resistencia en un intento por llegar cuanto antes a Bagdad, las tropas estadounidenses dejan su retaguardia expuesta a ser atacada por estos mártires. Washington cree que se trata de miembros de la Guardia Republicana, las tropas de élite de Sadam y los más incondicionales al régimen, dispersos por todo el territorio para organizar los focos de resistencia y dificultar el avance de las tropas invasoras. Si bien el Pentágono reconoce que estos ataques causarán víctimas entre sus tropas, también cree que la táctica no podrá detener el avance de las tropas hacia la capital. «Se trata de hombres desesperados que saben que van a perder».