Diario de León

La escasez de suministros y la resistencia de los iraquíes pueden suspender varios días el avance terrestre hacia la capital iraquí

Aplazado el cerco a Bagdad por falta de suministros

La estrategia terrestre diseñada para culminar el asedio y posterior asalto de Bagdad se complica sobremanera con

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Colpisa - KUWAIT.

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Acaso por la necesidad de no minar aún más, de cara al exterior, las expectativas creadas, ya vapuleadas en los últimos días por los frenos registrados en el avance de sus convoys ante los persistentes ataques de los guerrilleros iraquíes, las fuentes aliadas emitieron mensajes discordantes. Altos mandos de las fuerzas angloestadounidenses, bajo el anonimato, se encargaron de difundir en las últimas horas la especie de que el avance terrestre hacia la capital iraquí sufrirá una importante parálisis durante, al menos, cuatro o seis días. La causa esencial de esta pausa: la escasez de municiones, fuel y alimentos; el motivo complementario de este parón en el avance: los continuos «aguijonazos» de las inferiores tropas iraquíes, que impiden, aún más de lo esperado, culminar con éxito el avance regular hacia la capital iraquí. Desde la Comandancia Central Estadounidense (CENTCOM), ubicada en el campamento As Salyya, en Qatar, no se admite oficialmente este brusco frenazo, que vuelve a variar notablemente el curso de los acontecimientos: «No disponemos de información en ese sentido», aseveran. Cambios tácticos Pero lo cierto es que, día a día, el propio Bush se encarga de dictaminar que las cosas no son lo que parecen, que la guerra será larga y «no sabemos cuánto durará». Y los continuos y polémicos debates entre los estrategas de Washington atestiguan que se están viendo abocados a pergeñar constantes cambios tácticos y estratégicos en la contienda. De momento, en lo que al avance hacia Bagdad se refiere, el Gobierno de Estados Unidos ha enviado a la División Aerotransportada 82 a la zona para asegurar las líneas de suministro a las tropas. Se desplazará al sur de Nasiriya para, desde este foco, asegurar las líneas de suministro emplazadas más al norte e irradiar seguridad entre sus efectivos. Se trata, por tanto, de frenar las constantes ofensivas iraquíes a los convoys de suministro aliados y poner fin a los trastornos ocasionados en la distribución de municiones, fuel y alimentos. No es para menos, ya que las tropas más avanzadas, que podrían situarse a unos 80 kilómetros de Bagdad, se han visto obligadas a reducir, al menos a la mitad, sus raciones diarias de comida, en tanto el uso de ciertos vehículos se ha visto notablemente restringido para ahorrar combustible. Golpe en Basora En el sur, las tropas aliadas mantienen el cerco sobre la ciudad de Basora, la segunda más importante del país, y los combates con las tropas iraquíes proseguían hasta últimas horas de este sábado. El sonido de los disparos era persistente, sobre todo en la zona sudeste de la ciudad, mientras que la defensa antiaérea iraquí pretendió abatir, sin éxito, el vuelo de un avión de reconocimiento norteamericano. Mientras tanto, los helicópteros aliados continuaban bombardeando la ruta que conduce al aeropuerto. El golpe más duro asestado a la parte iraquí, siempre según fuentes aliadas, se centró en la destrucción de un edificio de dos plantas de Basora, donde

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