Cook pide la retirada de las tropas británicas de Irak

El ex ministro de exteriores británico, Robin Cook, abría ayer una nueva brecha en la clase política británica al pedir la retirada de las tropas británicas de Irak. La respuesta de varios miembros del gabinete fue la esperada: una salida del ejército sería interpretada por Sadam Huseín como una rendición de las tropas aliadas. Cook, que dimitió del Gobierno por su desacuerdo con la guerra, indicó en el Sunday Mirror que «ya he tenido bastante dosis de sangre y de guerra innecesaria, quiero que nuestras tropas se retiren y quiero que estén en casa antes de que haya más muertos.» Cook añadió que «quedará una herencia a largo plazo de odio contra Occidente si los iraquíes continúan sufriendo por los efectos de la guerra que nosotros comenzamos», y en previsión de lo que se puede convertir la batalla de Bagdad dijo que «no existe una estrategia militar más brutal que poner un cerco».