Castilla y León tiene el 16% de los agentes forestales de toda España

Hablar de la Guardería Forestal en España es hablar de 125 años de historia puesto que sus orígenes datan del año 1877. La Asociación de Profesionales Forestales (Profor) de Castilla y León continúa celebrando esta efeméride con una gran exposición fotográfica que recuerda los orígenes de este emblemático cuerpo y que muy pronto llegará a la provincia de León. El objetivo no es otro que el de acercar la figura del guarda forestal, esa mezcla entre policía y gestor de montes, al conjunto de la sociedad. Y es que aunque todo el mundo sabe lo que es un guarda o agente forestal, ahora denominados agentes medioambientales, no siempre se reconoce la importante labor que desarrollan a diario. En Castilla y León se contabilizan más de 800 agentes forestales, entre funcionarios y laborales, lo que la convierte en la comunidad con mayor número de profesionales de toda España. En concreto, la comunidad aglutina el 16% de los más de 5.000 agentes forestales que se contabilizan entre todas las comunidades autónomas, lo que la sitúa por delante de Andalucía, con cerca de 800 forestales, Galicia, 541, Castilla La Mancha, 473 o Cataluña, con 420. La mayor parte de los forestales castellanos y leoneses trabajan en León ya que es la provincia que más superficie forestal tiene de toda la comunidad, según señala José Luis Herguedas, presidente de Profor Castilla y León. Así lo pone también de manifiesto la Consejería de Medio Ambiente, que contabiliza 137 agentes forestales en la provincia, lo que supone el 17% del total de la comunidad. Le seguirían Segovia, Burgos, Ávila y Soria, provincias en las que trabajan entre 90 y 100 agentes, mientras que en el resto la cifra es bastante inferior. Hasta 1984, año en el que culminó el proceso de traspaso a las comunidades autónomas la competencia en materia de conservación de la naturaleza, existían dos cuerpos de guardería forestal: el Cuerpo Especial de Guardería Forestal del Estado y la Escala de Guardería Forestal del Icona, aunque en la práctica era uno sólo, pues los dos colectivos se regían por el mismo Reglamento. Desde entonces, este cuerpo ha sufrido diversas modificaciones y se ha ido configurando en función de los cambios experimentados por la Administración, según explica Herguedas. En la actualidad, no se puede hablar de una sola, sino de dieciocho guarderías forestales: las diecisiete autonómicas y la del Ministerio de Medio Ambiente. Muchos nombres En cuanto a su denominación, hasta el año 1978 el nombre que recibían los miembros de este cuerpo era el de «guardas forestales», así recogido en el Reglamento del año 1966. Sin embargo, el aumento del interés social por los productos del bosque y por su comercialización fue eliminado casi por completo la connotación de «guarda» de estos trabajadores y provocó un nuevo cambio de denominación, ya que éstos derivaron en una especie de agentes extensionistas forestales. Ese mismo año se propuso que a partir de entonces se hablara de "Agentes Técnicos Forestales", denominación que finalmente quedó reducida al ya conocido nombre de Agente Forestal. A finales del año pasado, la Junta de Castilla y León aprobó el Reglamento que rige la Escala de Agentes Medioambientales, en el que se establecía que, además de todas sus conocidas funciones, estos agentes deberán controlar también el cumplimiento de las normas sobre contaminación y actividades clasificadas. Lo forestal, ante todo Asimismo, en este Reglamento se reconoce a los agentes medioambientales el derecho de utilizar armas. Si bien desde la Asociación de Profesionales Forestales de Castilla y León se valora positivamente la ampliación de competencias de este cuerpo, -y sobre todo el avance que supone hacia una visión cada vez más integrada de la tarea de los agentes-, su presidente, José Luis Herguedas, insiste en que no se puede olvidar cuál es la autentica y principal misión de los trabajadores forestales: «que es precisamente lo forestal, el cuidado y protección de los montes».