La Junta ultima el listado definitivo de espacios que formarán la Red Natura

La Junta de Castilla y León acaba de remitir a la Unión Europea una nueva lista (la cuarta ya) de los espacios que deben ser incluidos en la futura Red Natura 2000. No obstante, este listado no incluye ningún nuevo espacio, sino que tan sólo añade algunos retoques a las superficies de los Lugares de Especial Interés Comunitario que ya habían sido remitidos en el año 2000. El manejo de una mejor cartografía y la obtención de datos más recientes, y por lo tanto más cercanos a la realidad, han posibilitado la actualización del listado original, en el que tan sólo se han ajustado algunas hectáreas y límites de los términos municipales incluidos, fundamentalmente en la provincia de Burgos. Además, esta nueva lista se refiere a la denominada Región Atlántica, división de la comunidad que únicamente incluye los territorios de la cornisa cantábrica, es decir, parte de la provincia de León, Palencia y Burgos. La mayor parte del territorio de Castilla y León se enmarca dentro de la llamada Región Mediterránea, por lo que la Consejería de Medio Ambiente ya está actualizando el listado definitivo de espacios naturales incluidos dentro de esta demarcación que deberá enviar a la UE en los próximos meses. Según fuentes de este departamento, para realizar los últimos retoques a este segundo listado, en el que se incluye la mayor parte de la provincia leonesa, hay tiempo hasta el próximo mes de octubre. Posteriormente, a lo largo del último trimestre del año, está previsto que la Comisión Europea dé el visto bueno definitivo a todos los espacios naturales declarados por los Estados miembros y se constituya por fin la Red Natura 2000. En total, unas 400.000 hectáreas de la provincia de León se incluirán en la Red de espacios naturales que está diseñando la Unión Europea y que servirá para conceder una mayor protección a las zonas de especial valor medioambiental. Esto supone que León contribuye a esta Red por encima del 30% de su superficie total, que asciende a 1,3 millones de hectáreas, lo que a su vez representa un 7% más de lo que aporta de media el conjunto de Castilla y León, que, tras el último retoque, tan sólo llega al 23,8% de su superficie global. Entre los posibles inconvenientes de la futura Red Natura 2000 destaca el hecho de que todavía no existen datos oficiales sobre qué superficie exacta de la propuesta por Medio Ambiente para su inclusión en la Red corresponde a tierras agrarias. Precisamente, ésta es una de las cuestiones que más preocupan a las organizaciones agrarias consultadas, que se preguntan cómo se va a financiar la conservación de estos espacios, qué restricciones agroganaderas se van a aplicar y, en su caso, qué medidas presupuestarias van a compensar a los productores por la existencia de estas limitaciones.