España inyecta fondos a los ejércitos para estar a la altura de los aliados

El Gobierno anunció ayer que invertirá 4.176 millones de euros, unos 649.827 millones de las antiguas pesetas, en la adquisición de 24 helicópteros de combate Tigre ; 4 submarinos S-80 capaces de disparar misiles de acción sobre tierra; un buque de proyección estratégica del tamaño de dos campos de fútbol y 212 vehículos de combate Pizarro . Es la segunda mayor inversión en armamento realizada desde la transición, sólo superada por los 900.000 millones de pesetas que el Ejecutivo decidió destinar en 1994 a la compra de 87 aviones Eurofighter . Se trata de cuatro ambiciosos programas que, unidos a los ya en marcha, Eurofighter, carros Leopard y fragatas F-100, completan la renovación más ambiciosa en los sistemas de armas de los ejércitos españoles de los últimos años. De ahí que el ministro de Defensa, Federico Trillo, fuera incapaz de ocultar su satisfacción al término del Consejo de Ministros en los que se aprobaron: «Hoy es un gran día para la Defensa de España, para la seguridad de los españoles y para las Fuerzas Armadas», fue lo primero que dijo, en tono exultante, en su comparecencia pública tras la reunión. El Gobierno gastará en estos aparatos 1.352,5 millones de euros, inversión que, según el Ejecutivo- conlleva un contenido tecnológico e industrial muy significativo. Dará lugar, según el Ministerio de Defensa, a la creación e implantación de «una verdadera industria de helicópteros» en España, con capacidad de diseño, desarrollo, ingeniería, producción, montaje y pruebas, así como comercial, dentro y fuera de España. La compañía alcanzará los 450 empleos directos más las subcontratas. El segundo de los programas supondrá una inversión de casi 1.756 millones de euros en la construcción de 4 submarinos S-80 con sistema de propulsión AIP (Air Independent Propulsión). El Gobierno estima que su construcción dará trabajo a mil personas durante diez años, todos en «actividades de alto contenido tecnológico». También en el ámbito naval, España gastará 360 millones de euros en la construcción de un buque de proyección estratégica, que dotará a la Armada de capacidad para llevar la acción naval y su proyección sobre tierra al escenario costero que considere necesario. Por último, el Ejecutivo se comprometió a gastar 707 millones de euros en la compra de 212 vehículos de combate Pizarro , cuya adquisición considera «ineludible» para dotar a las unidades mecanizadas del Ejército de Tierra de un arma que permita combatir en «íntimo contacto» con los carros de combate y complementar la acción de éstos con la protección, potencia de fuego y movilidad precisas. España contará con un instrumento más adecuado para «el nuevo papel que tiene que desarrollar en el mundo».