La multitud de regantes colapsó por completo las calles de Fuensaldaña

La localidad de Fuensaldaña, sede de las Cortes de Castilla y León, se vio ayer colapsada ante la presencia de los 4.000 parameses trabajadores del campo que acudieron a protestar contra unas tasas de riego que consideran superiores a las que se acordaron en su momento. Los manifestantes llegaron a la localidad vallisoletana a las once de mañana y no se marcharon hasta las tres y media de la tarde. Buscar una tienda o un bar en el que comprar un simple bocadillo para reponer fuerzas no fue nada sencillo. Ante tal avalancha de gente las existencias quedaron bajo mínimos, y eso que muchos de los manifestantes se llevaron de casa su propio almuerzo. La movilización recordó a las que estos propios regantes llevaron a cabo a principios de los años noventa para reclamar la construcción del pantano de Omaña para regar sus fincas. En aquel momento se optó por el trasvase del agua del Esla, y ahora los agricultores se ven obligados a volver a la calle para protestar contra las tarifas que la Confederación Hidrográfica del Duero les quiere imponer para pagar aquellas obras.