El PSOE cree que el PP espera que no haya mucha participación en las elecciones

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, animó ayer a los madrileños a que acudan a votar el 26-O para defender la democracia «frente a los que quisieron subvertir los resultados de mayo», y dijo que el PP no quiere que la gente vote «porque sabe que perderá las elecciones». Blanco, que hizo estas manifestaciones durante un mitin celebrado en el municipio de Mejorada del Campo, explicó que «no basta con ir a votar, sino que es necesario convencer a todo el mundo para que lo haga». Y añadió: «si nos ayudáis, de nuevo los socialistas ganaremos las elecciones y les daremos una lección de democracia a los especuladores y al PP». El dirigente socialista acusó al PP y a los diputados tránsfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez de intentar «torcer la voluntad de los ciudadanos, no la del Partido Socialista», y vaticinó que el 26-O los socialistas demostrarán que «las urnas vencerán a los cheques». En su opinión, el PP «es garantía de buen gobierno para los especuladores, las grandes superficies, las compañías privadas de seguridad y para aquellos que quieren hacer negocio con la educación y la sanidad y para los que quieren seguir forrándose a costa del conjunto de la gente». José Blanco acusó al Partido Popular nacional de no participar en un debate desde el año 1993 y a la candidata popular a la presidencia de la Comunidad, Esperanza Aguirre, de no querer contrastar sus propuestas con las del candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas. «Aguirre no quiere explicar qué políticas de vivienda va a aplicar cuando gobierne porque Rafael Simancas va a acabar con la Ley del Suelo para evitar la retención del suelo, no quiere hablar de impuestos porque el 20 por ciento del precio de la vivienda pasa directamente al bolsillo de los especuladores, ni de empleo, porque 9 de cada 10 contratos en España son temporales y la duración media de sólo 10 días», afirmó. Blanco señaló al PP de ser el responsable del incremento de la seguridad ciudadana en un 15% «cuando (Mariano) Rajoy era ministro del Interior» y de la reducción de la plantilla de la Policía Nacional y Guardia Civil en la calles.