Diario de León
Publicado por
RAFAEL TORRES
León

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CUAL CORRESPONDE a sus portentosas dotes de clarividencia, Aznar defiende las acciones militares «anticipatorias», o sea, atacar antes de que haya guerra, o sea, la guerra. Lo mismo al señor Aznar, que no brilla ni por su cultura ni por su oratoria, ha querido referirse a las acciones militares «preventivas», tan del gusto de su mentor y amigo George W. Bush, pero lo cierto es que lo de «anticipatorio» le ha salido de muy dentro y como un torrente, sin pasar por filtro racional ni depuradora alguna. Le gusta a Aznar la guerra, ciertamente, quizá porque creyó aprender desde chico que mediante la violencia se consiguen cosas, pero no es menos cierto que las que más le gustan, la únicas que le gustan seguramente, son aquellas que suele hacerle el gigante americano a los países pequeños, débiles y pobres, guerras que, como si dijéramos, están chupadas. Otra cosa sería, desde luego, si a cualquier gran potencia le diera por hacerle una guerra «anticipatoria» al señor Aznar, y le bombardearan la casa, le mataran a algún pariente o le despojaran de sus propiedades o de la libertad, que entonces me figuro que ya no le haría tanta gracia. Porque es el inconveniente de las guerras «anticipatorias», esas que cuando las hace otro se llaman agresiones criminales, que se las hagan a uno, aunque esperemos que al presidente no le hagan nunca ninguna, pues seríamos nosotros lo ciudadanos, y no él, protegido en su búnker de Moncloa, los que nos la cargaríamos, y a nosotros, la verdad no nos gustan las guerras, y mucho menos las «anticipatorias». Quiere gastarse Aznar una fortuna que no tenemos en máquinas de muerte, pero él lo llama «gastos de Defensa». Por el amor de Dios, ¿como van a ser para Defensa las armas que han de usarse para el Ataque, para esas guerras suyas «anticipatorias» que tanto le gustan? La cosa está muy clara: ¿Le apetece al señor Aznar darle un currito anticipatorio al presidente de Corea del Norte, que por lo visto es malo a más no poder? Pues sea, cúrrense ambos hasta hacerse sangre, pero a nosotros y a los coreanos que nos dejen en paz.

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