Gallardón amenaza con dimitir si su partido no respalda su gestión

Las más que veladas críticas del vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato a la subida de impuestos anunciada por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, provocaron ayer la reacción de éste, que amenazó con dimitir si no se siente respaldado por su partido. Ga-llardón restó importancia a los comentarios de Rato y aseguró que tiene la «certeza» de que cuenta con el «pleno apoyo» del PP. No obstante, añadió que si no fuera así «no seguiría ni un minuto más» al frente de la alcaldía. El alcalde de Madrid se mostró dispuesto a dar marcha atrás en su propósito de elevar la presión fiscal en la capital, pero insinuó que Rato no es quién para reclamárselo. «Bastaría una sola manifestación de alguien autorizado, como el secretario general del partido, de discrepancia con las medidas que estamos adoptando, para que inmediatamente no siguiera adelante con un proyecto que está directamente plasmado en el programa electoral», afirmó Gallardón dando a entender que sólo Rajoy o Aznar, «a quien debo haber sido candidato», pueden pedirle algo así. El alcalde justificó su decisión de elevar los tributos en el compromiso de modernizar la capital. «No me pidieron que fuera alcalde para dejar las cosas como estaban ni me pidieron que dejase la Comunidad para dar una continuidad sino para hacer en el Ayuntamiento las políticas que habíamos hecho en la Comunidad», afirmó. Pese a todo, quiso alejar la imagen de enfrentamiento con Rato y aseguró que no tiene «deudas pendientes» con él. «Si alguna deuda tuviese pendiente con él, sería de gratitud», puntualizó. Las palabras de Gallardón no impidieron que Rato insistiera ayer en su petición de explicaciones al alcalde. El vicepresidente reiteró que la política del PP está orientada a la reducción de impuestos a los ciudadanos y las empresas y «si un responsable político de una administración tiene que tomar decisiones sobre ingresos, es su responsabilidad explicarlos». En cualquier caso, aclaró que «la opinión del partido no ha cambiado para nada» en lo que a tributos se refiere. El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, terció ayer en la polémica y aseguró que se ha tratado de una mala interpretación. «Estoy seguro de que Rato no ha llamado la atención a Gallardón», dijo. «No tenemos motivos para la más mínima discrepancia cuando las cosas van francamente bien y existe un buen clima entre todos nosotros», explicó el portavoz.