Cascos dice que la apertura de la A-66 rompe el «tópico de la incomunicación»

La autovía de León a Benavente, la carretera más reivindicada en los últimos veinte años, ya es una realidad. Los 64 kilómetros que separaban ambas localidades se abrieron al tráfico ayer, a las tres de la tarde, y permitirán descongestionar el viejo trazado de la N-630, considerado como uno de los puntos negros de la circulación en la provincia. Esta infraestructura completa, según el ministro el Fomento, Francisco Álvarez Cascos, «la rosa de los vientos de León, que queda comunicado por un doble carril hacia el Norte, el Sur, el Este y el Oeste». El ministro advirtió a la provincia que «ya no existen excusas» y que, una vez completada la red de carreteras, «se ha acabado la política del agravio y del lamento, porque la falta de infraestructuras ya no se puede utilizar para decir que constituyen un obstáculo para el desarrollo de la provincia. Se rompe el tópico de la incomunicación». Álvarez Cascos lanzó también un mensaje a navegantes. Espera que tras la puesta en marcha de la León-Benavente, la León-Burgos y la autopista de Astorga, los leoneses «estén a la altura de las circunstancias y sepan aprovechar las autovías para convertirse en un foco de atracción». Además, advirtió que si León deja pasar la oportunidad como nudo de comunicaciones, las autovías pueden «servir para que lleguen personas, pero también para que salgan de la provincia». Cancelar una deuda histórica El ministro de Fomento, que se desplazó ayer hasta Ardón para inaugurar los dos últimos tramos de la A-66, reiteró que la autovía supone la «cancelación de una deuda histórica», que permite integrar a León y Asturias en la estructura radial de la red de autopistas y autovías del Estado. Esta nueva obra implica que, desde 1996, se han inaugurado 2.262 kilómetros de autopistas y autovías en España, donde existen otros 2.200 kilómetros de dobles vías en obras. El ministro confía en que el PP culminará sus dos legislaturas con 5.000 nuevos kilómetros de autovías y autopistas. En su discurso, arremetió contra el anterior gobierno del PSOE, que proyectó en 1990 la León-Benavente como autopista de peaje, «lo que hubiera supuesto que los porcentajes de distancias serían los más caros de la red de infraestructuras». Cascos elogió, sin embargo, la actuación del ex ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, del ex presidente de la Junta, Juan José Lucas y del ex alcalde de León, Mario Amilivia. así como la buena labor de las cuatro empresas adjudicatarias, «que redactaron en seis meses cuatro proyectos de obra complejos». El ministro también acusó al PSOE de incrementar el peaje del Huerna un 70% entre 1982 y 1996, mientras el PP «sólo lo ha subido un 8,5%, que en la práctica y si tienen honestidad intelectual significa una reducción del 15%». Fotocopia en color y ausencias Cascos incluso retó a los «aficionados a las hemerotecas» a que revisasen si eran mentira esas cifras y ofreció una fotocopia en color de la página 135 del plan director de infraestructuras del PSOE en el que se diseña la León-Benavente como autopista. A la inauguración de los últimos tramos de la A-66, en la que se han invertido 165 millones de euros y dos años de trabajos, acudieron unas 400 personas, entre ellas, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que se mostró satisfecho por la culminación de esta obra en «un año espectacular para la comunidad» en cuanto a ejecución de infraestructuras. «El cuentakilómetros no está parado -precisó- porque antes de final de año se colocará la primera piedra de la Ronda Sur. Herrera destacó la «significativa ausencia de algunos partidos que seguro comparten la intensa alegría». «Deseo que los leoneses estén a la altura de las circunstancias y no olviden que las autovías sirven para traer personas o que se vayan» ÁLVAREZ CASCOS, ministro de Fomento