El 51% de los vascos cree que la propuesta del lendakari es inconstitucional

El 51% de los vascos considera que la propuesta del lendakari Juan José Ibarretxe para reformar el Estatuto de Autonomía del País Vasco es inconstitucional. Sólo un 23% no duda de la legalidad del plan, del que la mayoría, incluidos los nacionalistas, se considera desinformado. Son datos del Euskobarómetro que elabora el Departamento de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco (UPV). Pero el sondeo, presentado ayer por su director, el catedrático Francisco Llera, ofrece además de datos una radiografía de la sociedad vasca, en la que los deseos independentistas son minoritarios y se consolida una mayoría moderada, reformista y autonomista. Independencia El Euskobarómetro correspondiente a noviembre del 2003 concluye que uno de cada tres vascos (un 25%) tiene deseos independentistas. Una aspiración que alcanza a casi todos los votantes de HB y a más de la mitad del PNV y EA, grupos en los que la pulsión secesionista se ha incrementado más de veinte puntos en el último año. Sin embargo, más de la mitad de los vascos, el 52%, tiene poco o ningún deseo de desanexionarse del resto del Estado: son mayoritarios quienes así piensan en PP y PSOE, pero también en IU, y un tercio de los que apoyan a PNV y EA se declaran contrarios a la independencia. De cada cien vascos, treinta y uno creen que en una Euskadi independiente se viviría mejor, el 29% que peor y el 24% igual que ahora. Setenta de cada cien vascos se muestran satisfechos con el estatuto y son más los que se conforman con su cumplimiento íntegro. Además, se refuerza la mayoría de quienes se definen como no nacionalistas y es también mayoritaria la compatibilidad de identidades vasca y española. El Euskobarómetro asegura que los vascos discrepan sobre el carácter reformista de la propuesta de Ibarretxe y sus consecuencias económicas y se refuerza la mayoría de vascos, el 51%, que cree que este plan es incompatible con la Constitución. Vuelve a crecer aquel 31% del censo que votó sí a la Constitución en el referéndum de 1978, con lo que se invierte el proceso de desmovilización.