«En el caso Atutxa actuaremos en conciencia, le pese a quien le pese»

Fernando Ruiz Piñero recogerá en los próximos días su despacho de magistrado de la Audiencia Nacional para tomar posesión, el próximo 22 de enero, como nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, después de ser ayer designado para el cargo por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Este madrileño de 45 años, que en los dos últimos años ocupó también la jefatura de la Inspección del CGPJ, regresará a la tierra donde ha desarrollado casi toda su carrera profesional y presidirá el tribunal en el que ejerció como magistrado de lo Contencioso durante nueve años (1991-2000). Bajo su dirección, el tribunal deberá afrontar temas tan delicados como la querella por desobediencia al Tribunal Supremo contra Juan María Atutxa, presidente del Parlamento vasco, o el recurso de la Diputación de Álava contra el Plan Ibarretxe. -Su candidatura ha obtenido el apoyo de dos tercios de los vocales del CGPJ. ¿Esperaba este respaldo? -Estoy muy satisfecho porque ha sido elegido con una mayoría holgada. Con independencia del número de votos (14 sobre 21), quiero agradecer a todos los vocales del pleno del CGPJ su confianza, especialmente porque todos los oponentes con los que competía para el cargo tienen méritos suficientes para ser elegidos. -¿Es consciente de lo delicado de su nuevo cargo? -Soy consciente de la responsabilidad que conlleva el cargo, es un reto profesional muy importante y con un nivel de responsabilidad evidente, pero lo ocuparé con alegría, satisfacción y con optimismo, por varias razones. En primer lugar, porque la Administración de Justicia en el País Vasco es de las mejores de España, posiblemente la mejor, debido a los medios materiales que por voluntad política ha puesto el Gobierno Vasco. En segundo lugar, porque hay que resaltar el excelente grupo de profesionales de la justicia que desarrollan su labor allí, en una difícil situación. Este puñado de personas, con un sacrificio personal importante, constituye una garantía para los derechos de todos los ciudadanos, de todos. -¿Y de los riesgos que entraña? -No importa que haya quien quiera matarnos, cosa que ya han hecho en el pasado, allí donde hay un juez en el País Vasco están garantizados los derechos de todos y salvaguardadas sus expectativas. -Xabier Arzalluz vinculó ayer su nombramiento a los intereses políticos del PP y ha comentado que Juan María Atutxa debería de estar preocupado... -No voy a contestar a las palabras de Xabier Arzalluz ni a ninguna palabra de nadie que ataque al presidente del tribunal superior vasco, pero sí voy a responder, como creo que le corresponde a alguien que ocupe mi cargo, lo único que puedo decir. La sociedad debe tener la seguridad absoluta y la certeza de que los jueces del País Vasco, conmigo a la cabeza, resolveremos los asuntos que nos toquen con absoluta independencia y con sometimiento exclusivo al imperio de la ley y a la Constitución. Nuestro compromiso profesional es guardar la ley y la Constitución. Arzalluz parte de una base equivocada si piensa que Atutxa tiene algo que temer con mi nombramiento. Eso es falso y no se sustenta en nada, pues, si se llega a celebrar un juicio contra el presidente del Parlamento vasco, el proceso terminará con absolución o con condena según lo que los magistrados, en conciencia, creamos que tenemos que hacer, le pese a quien le pese y le moleste a quien le moleste. Nuestra supeditación al imperio de la ley exige que así lo hagamos. -El PNV le describe a usted como un antinacionalista, ¿es cierto? -Ante todo soy juez. Jamás he tenido vinculación política con nadie, nacionalista o no. No soy ni nacionalista ni antinacionalista, soy juez y el juez no tiene opción política.