Diario de León

F ueron los más votados en Álava en el 14-M y podrían entrar en la Diputación y en el Ayuntamiento

Los socialistas estudian un cambio de estrategia en el País Vasco

Su ascenso en las urnas les permite no subordinarse a la política Popular en esta comunidad

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Lucas Irigoyen - vitoria
León

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La victoria socialista en las elecciones tuvo una contundencia especial en el País Vasco. El Partido Socialista de Euskadi se ha convertido en la segunda fuerza de la comunidad y ha relegado al PP a la tercera. Un nuevo mapa que ha llevado a los socialistas a replantearse su estrategia en el País Vasco, subordinada en los últimos años al paso que marcaban los populares. El PSE niega que vaya a protagonizar un acercamiento inmediato al nacionalismo, al que exige la retirada del Plan Ibarretxe como condición inexcusable para cualquier cambio en sus relaciones, pero está decidido a desarrollar una política autónoma que en unas ocasiones coincidirá con las posiciones del PP, pero en otras con las del PNV. Álava será el banco de pruebas que permitirá vislumbrar qué derroteros adopta la situación política en Euskadi. En este territorio, el PSE se convirtió en la primera fuerza después de verse superada por populares y nacionalistas en los últimos comicios municipales. El panorama es tan reconfortante que los socialistas se plantean la entrada en la Diputación de Álava y el ayuntamiento vitoriano, ambas instituciones gobernadas por el PP en minoría y en solitario gracias a su apoyo externo. El PSE puede mantener su pacto con los populares y dejarlo como está o plantear, como hizo después de los comicios locales del 25 de mayo pasado, un reparto del poder consistente en dejar al PP el control de la Diputación y que la alcaldía pasase a manos socialistas; pero también cabe la posibilidad de un giro radical y aliarse con el PNV para formar una mayoría alternativa en ambas instituciones. Tregua Tanto el secretario general de los socialistas alaveses, Javier Rojo, como el miembro de la ejecutiva provincial y diputado electo Ramón Jáuregui apuestan por dar una «tregua» y ver qué decisiones adoptan PP y PNV en el nuevo escenario que han dejado las elecciones. El PSE, de todas maneras, ha recuperado la idea de cogobernar y el propio Rojo advirtió tras los comicios del domingo de que «ante situaciones diferentes, soluciones diferentes», aunque también recordó que su partido no es «desestabilizador» ni hará «nada que no entienda la ciudadanía». Los socialistas vascos considera que los resultados, en general, y en Álava, en particular constituyeron «un contundente fracaso de la política del Partido Popular para Euskadi y de su mentor, Jaime Mayor Oreja». En cambio, la estrategia del PSE para el País Vasco, «con su apuesta por el diálogo, por el acuerdo y por la posibilidad de revisar el estatuto, respetando sus reglas y desde el acuerdo», recibió, según Rojo, un «fuerte respaldo». Reajuste estratégico El presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, dio una primera respuesta: «estamos dispuestos a reajustar la estrategia, a suavizar el discurso, pero sin bandazos ideológicos». Reclamó a Zapatero que cumpla su palabra de ser «un muro de contención» al Plan Ibarretxe y que no se confunda porque «la amenaza nacionalista sigue ahí y lo demás son espejismos». Iturgaiz se mostró convencido de que los resultados electorales no cambian la situación política y que la alternativa al nacionalismo es «el constitucionalismo» que encarnan su partido y los socialistas. Los socialistas vascos, además de esperar los movimientos del PP, están también muy pendientes del PNV y de la línea que adoptará tras los próximos encuentros de Rodríguez Zapatero con el presidente de ese partido, Josu Jon Imaz, y con el Ibarretxe. La primera reacción del nacionalismo a la victoria del PSOE fue de satisfacción. «La amenaza de los nacionalistas está ahí y todo lo demás son espejismos» CARLOS ITURGAIZ PRESIDENTE DEL PP VASCO

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