Diario de León

La oferta de plazas se ha duplicado en la provincia, mientras apenas crece el número de clientes y pernoctaciones

Los índices de ocupación hotelera han caído del 60% al 45% en la última década

«La tarta es la misma, pero tiene que repartirse entre más», según las empresas

Turistas en el museo del claustro de la Catedral, uno de los recintos más visitados

Turistas en el museo del claustro de la Catedral, uno de los recintos más visitados

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Antonio Núñez - león
León

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El número de establecimientos hoteleros se ha duplicado en la provincia durante la última década hasta sumar una oferta de 10.280 plazas, según las últimas estadísticas de la Junta, lo que ha supuesto también una caída drástica en los índices de ocupación media anual por negocio, que han bajado, de forma inversamente proporcional, del 60% a apenas un 45%, por debajo de los límites de rentabilidad de muchas empresas del sector (un total de 325 entre hoteles, hostales y pensiones). La provincia de León es la segunda de la autonomía, sólo precedida por Salamanca, en oferta de plazas hoteleras, de las que aproximadamente cinco mil corresponden a hoteles propiamente dichos, otras cuatro mil a hostales y el resto a pequeñas pensiones. A mayores se ofertan también 2.318 plazas en establecimientos de turismo rural y nueve mil más en campings, aunque estas últimas practicamente no cuentan en las estadísticas del negocio turístico por simples razones de climatología (pueden ser ocupadas durante dos meses de verano en el mejor de los casos). Oferta saturada Según los directores de dos de los hoteles más veteranos de la patronal leonesa Fele, Alvaro Miguélez, del Conde Luna, y Jaime Quindós, del Hotel Quindós, la proliferación de este tipo de establecimientos durante la última década ha generado una caída drástica en los niveles medios de ocupación que amenaza la rentabilidad del conjunto del sector. «El límite mínimo para un negocio de estas características está en tener una ocupación media anual del 50%, mientras que ahora estamos en torno al 45%. Por decirlo de alguna forma, es casi la misma tarta, pero a repartir entre el doble de gente. ¿Cómo se mantienen las empresas? Algunas son de ámbito familiar y sólo abren en verano, con el consiguiente ahorro de costes y dejándonos a los demás su cuota de mercado durante el resto del año y, luego, están las grandes cadenas que también abren pequeños establecimientos para competir entre ellas en cualquier punto de España, sólo por posicionarse al margen de rentabilidades como puedan hacer los bancos o los supermercados para coger las mejores esquinas». De acuerdo con las mismas fuentes, la apertura de nuevos hoteles ha tocado techo, «o, al menos, a nadie que quiera poner un negocio propio se le ocurriría hacerlo», dado que los márgenes de beneficios resultan ya mínimos, cuando no ruinosos, descuentos fiscales en el IBI aparte. «La oferta de plazas ha saturado el mercado y la demanda no se ha incrementado a remolque de los nuevos hoteles, entre otras cosas porque a la ciudad le falta un tejido industrial que genere estancias de más de 1,4 días por viajero y cliente, que es lo que hay ahora. Si la provincia sólo crece en empresas de servicios, no nos vale, porque nadie se desplaza de una ciudad a otra para ir a un banco o a una gran superficie comercial... mientras que las medianas y grandes industrias generan estancias de mediana duración a poco que muevan a sus empleados o ejecutivos en fechas y meses de temporada turística baja». «Crear industrias, no empresas de servicios, es clave para mantener el sector hotelero» ÁLVARO MIGUÉLEZ, director de hotel

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