Sólo se dedicaron dos días a investigar la venta de explosivos

No fue un «vasto y extenso operativo policial» como aseguran los informes del Ministerio del Interior remitidos a la comisión del 11-M. En realidad, la Guardia Civil se limitó investigar en 2003 durante sólo «dos días» los chivatazos del confidente Rafa Zouhier sobre la existencia de una trama ilegal de venta de explosivos en Asturias, el mismo grupo que un año después facilitaría la goma dos a los terroristas del 11-M. Los dos agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) que mayor trato tuvieron con el «soplón» confesaron ayer a los diputados que las pesquisas para confirmar las informaciones sobre la goma dos no fueron precisamente intensas. El capitán Francisco y el alférez Víctor, sus apellidos no han sido facilitado por obvios motivos de seguridad, coincidieron en reconocer que, aunque en un principio se dio cierta credibilidad a la información que Zohuier transmitió en los primeros días de 2003, después casi se abandonaron las pesquisas sin hacer apenas comprobaciones. La comprobación de esta confesión fue exigua, admitieron tanto el capitán como el alférez, que reconocieron que la investigación no llegó a las 48 horas. El 5 de febrero del 2003, dos agentes de la UCO, entre ellos Víctor, y un «grupo especializado en vigilancias y seguimientos», se desplazaron a Asturias para comprobarlo.