El abad de San Isidoro cree que el premio reconoce a los peregrinos

Los representantes de Castilla y León en la entrega del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia al Camino de Santiago destacaron que el galardón supone un reconocimiento a la gente de la Ruta Jacobea y destacaron el espíritu abierto que ha impregnado este itinerario. El presidente del Centro de Estudios y Documentación del Camino de Santiago ubicado en Carrión de los Condes (Palencia), Ángel Luis Barreda; el párroco del Monasterio de San Juan de Ortega (Burgos), José María Alonso Marroquín; y el abad de la Real Colegiata de San Isidoro de León, Francisco Rodríguez Llamazares, fueron los representantes de Castilla y León en esta celebración, lo que la convierte en una de las regiones más ampliamente representada. El abad de la Colegiata de San Isidoro de León, Francisco Rodríguez, quiso destacar el valor espiritual de la Ruta Jacobea e indicó que el premio «supone el reconocimiento del valor de la peregrinación», una vertiente que se pone de manifiesto diariamente con los templos llenos de caminantes en la tradicional Misa del Peregrino. Para el abad, quien considera «de justicia» el galardón recibido, el Premio de la Concordia viene a revalorizar la importancia de «la acogida por parte de las instituciones, las diócesis, las parroquias y toda la gente que se encarga de la atención y el cuidado de los peregrinos». Ángel Luis Barreda insistió en que el Premio supone «un reconocimiento a la gente que estamos en el Camino» y señaló que se trata del galardón «más humano, porque valora la figura de los peregrinos, los hospitaleros, las gentes de los pueblos que han atendido a los caminantes durante muchos años» que son, a su juicio, los que construyen ese «camino abierto que no solo es cultura y piedras». Ángel Luis Barreda destacó el «enorme esfuerzo» que ha realizado la Comunidad en el impulso del Camino.