La banda fuerza la máquina

Arnaldo Otegi lo dijo muy claramente poco antes del atentado de Getxo: que nadie se engañe, el proceso de paz aún no se ha iniciado y, por tanto, «el conflicto» continúa. Lo que traducido a la lógica terrorista significaba que ha-bría más atentados. ETA pretende dejar claro que tiene la capacidad operativa suficiente para colocar un coche bomba muy cerca del lugar por el que el Rey iba a pasar una horas después. Como meses antes mostró que podía hacer estallar varias bombas al mismo tiem-po en distintas gasolineras de Madrid o, hace menos de un mes, explosionar otro coche bomba en el barrio financiero vizcaino de Neguri. Es cierto que la banda se en-cuentra más débil que nunca, tras la captura de su cúpula encabezada por Antxa, y que éstá presionada por sus 717 presos, que exigen una salida, pero todavía puede asesinar. El ministro del Interior lo ha entendido así: «ETA es capaz de cualquier cosa», dijo ayer Alonso. Ése es el siniestro mensaje que envió ayer al Gobierno y a la sociedad, para que no se crean que está dispuesta a declarar una tregua y, mucho menos, a entregar las armas a cambio de nada. En su lógica perversa, estos atentados son un impulso a su propuesta de negociación. ETA pretende así forzar la máquina para lograr que su brazo político, Batasuna, llegue a tiempo de participar en las elecciones del 17 de abril. Ése es el primer gran objetivo a corto plazo de ETA/Batasuna, de Ternera/Otegi. El ministro Alonso negó ayer que exista una negociación con ETA. Pero el Gobierno sí ha sondeado en medios abertzales la posibilidad de que ETA esté dispuesta a desarmarse, como informó en su día Diario de León. Esas gestiones con Batasuna las llevan a cabo dirigentes del PSE, con Eguiguren al frente. Fuentes del PNV consultadas por este periódico han confirmado la existencia de esos contactos y han añadido que otro de sus obje-tivos sería buscar una solución para que la izquierda abertzale pudiera presentarse a las elecciones. Esto abriría las puertas al proceso de paz, por el que ha dicho Zapatero que está trabajando. Pese al atentado, el presidente del Gobierno seguía apostando ayer de forma ambigua por utilizar «todos los instrumentos» que lleven al final del terrorismo. En ese contexto hay que situar las enigmáticas declaraciones que efectuó un dirigente batasuno tras anunciar Ibarretxe el adelanto de las elecciones. Joseba Álvarez criticó al lendakari porque se perdía un «mes de oro», decisivo para conseguir la legalización de Batasuna. ¿Es el tiempo necesario para que ETA decrete un alto el fuego y fructifiquen las conversaciones del PSE con Batasuna?