La Omic celebra este curso su veinte cumpleaños

Cuatro lustros ha que la Administración pergeñó la citada oficina. Su origen se deriva de la intoxicación alimetaria propiciada por el aceite de colza desnaturalizado. En aquel entonces no existía un control sanitario eficiente, ni seguimiento del producto, que campaba a su libre albedrío sin un número de lote que poder atajar para cercenar el problema. Los ayuntamientos, por tanto, se percataron de la conveniencia de instaurar oficinas de información al consumidor, cuya actividad costeamos todos, o el Ayuntamiento, como prefieran. Su gratuidad en todos los trámites y diligencias trata de favorecer las consultas.