El Gobierno reitera su exigencia a ETA de que abandone las armas

El final del terrorismo, una hipotética negociación con ETA y los contactos con Batasuna siguen en primera línea de la actualidad política. Varias informaciones publicadas ayer hablan de contactos del Gobierno con Batasuna para que exija a la banda terrorista que deje las armas, que la dirección etarra podría anunciar una tregua dentro de los tres próximos meses, e incluso que un intermediario con ETA habla de una gestión «fructífera». Pero el Gobierno mantiene el mismo discurso. La banda terrorista debe abandonar la violencia y Batasuna condenar el terrorismo. Eso es «ineludible exigencia» para iniciar cualquier proceso. Fuentes gubernamentales explicaron que se «mantiene la ineludible exigencia de abandono definitivo de las armas por parte de ETA y también la necesidad de condenar la violencia para todos aquellos que quieran participar en la vida democrática de nuestro país». Varias informaciones han obligado a que desde el Ejecutivo se tengan que desmentir, una vez más, contactos con el entorno etarra. «El Gobierno nunca se regirá por especulaciones, sino por hechos, en todo aquello que se refiere a la lucha contra el terrorismo, por lo que no entra a valorar ninguna de las informaciones periodísticas que aparecen ayer en distintos medios de comunicación», se explica desde el Ejecutivo. Dos versiones Según el diario El País , el Gobierno ha emplazado a Batasuna a presionar a ETA para que abandone las armas, ya que si no se da esa situación «no se puede abrir un proceso de paz». En este momento, ETA mantiene dos altos el fuego. El primero de ellos, desde comienzos de 2004, en Cataluña. El segundo, contra los cargos políticos electos, a excepción de los del propio Gobierno. En todo caso, la banda terrorista lleva más de dos años sin cometer atentados mortales. El Mundo va aún más lejos y asegura que el Gobierno está ultimando con ETA una tregua que la banda terrorista anunciaría en los próximos tres meses. El diario cita fuentes de los Servicios de Inteligencia para asegurar que «las cosas marchan bien» en el proceso, que cristalizó durante el verano. Una posible contraprestación a la banda terrorista que se cita en la información sería revisar la situación de los 800 presos etarras que se encuentran en las cárceles españolas.