Diario de León

| Reportaje | Los amantes de la bici |

Pedalear contra corriente

Los usuarios de la bicicleta reconocen que «es un deporte de riesgo» pero son fieles a las dos ruedas sin motor para desplazarse por la ciudad o para dar al pedal en carretera

León

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Los pedazos que quedan del monumento al cicloturista inaugurado por Mario Amilivia en su etapa como concejal de Deportes se guardan en los almacenes municipales. Por dos veces fue víctima del gamberrismo y en la última agresión tuvieron que recogerse sus restos de la orilla del río. Para los amantes de la bicicleta la suerte de la escultura es el «vivo reflejo» de la falta de valoración hacia este medio de transporte en la ciudad. Cerca de medio millar de personas, que pertenecen a los tres clubes cicloturistas de la ciudad, salen pedaleando cada fin de semana, entre febrero y octubre, en busca de carreteras por las que desahogar su pasión por la bici. «Tal y como están las cosas andar en bici es un deporte de riesgo», subraya Fernando Martínez Vega del club ciclista Slac, cuya existencia data de 1972 y tiene a unos 180 cicloturistas entre sus 580 socios. A pesar de su trayectoria nunca han sido consultados para diseñar los tramos de carril bici existentes o para ofrecer alternativas de tráfico en las zonas donde no son factibles las ciclovías. Los carriles bici que existen -asegura el joven- «no van a ninguna parte y sólo están pensados para dar un paseo». No sirven ni para los cicloturistas, ni para los ciudadanos y ciudadanas que desean usar las dos ruedas para desplazarse por la ciudad. Son muy pocas las personas que se arriesgan a convertir su bici en un medio de transporte. Esther Calzado, coordinadora del programa municipal de ocio alternativo Es.pabila, pese a los grandes obstáculos, encuentra muchas ventajas en la bicicleta para los desplazamientos en una ciudad como León. «Si hubiera educación vial no sería necesario el carril bici, que ahora no llega a ninguna parte». Ella defiende, sin dudarlo, que «lo que desatascaría a León sería el uso de la bici en el centro». «Llegas rápido a cualquier sitio, antes que si vas en coche, y respecto a la moto en León tiene otra ventaja, que al andar en bici generas calor», explica. El invierno también es para las bicis, añade, pues «con guantes y gorro vas bien protegida» y de la lluvia se resguarda bien con un chubasquero. Con lo único que no se atreve es con el hielo. Con una cuarta parte de las calorías que consume un peatón la bicicleta alcanza una velocidad entre tres y cuatro veces mayor que la de éste, pero la «falta de conciencia de que es un vehículo» es el gran impedimento para circular sobre dos ruedas y sin motor en León. En su opinión los ciclistas también tienen que entonar el mea culpa: nunca subirse por las aceras y circular en los sentidos autorizados para turismos y ciclomotores, no por direcciones prohibidas, «como hacemos muchas veces para atajar», reconoce Calzado. La ciclista reclama mejoras para favorecer el uso de las bicis en la ciudad. Lo primero, «espacios para aparcar como los que hay en Oxford, Amsterdam o Salamanca». Pese a que los nuevos «huecos» para motos son también para bicis, para asegurar el vehículo hay que atarlo a las farolas, señales de tráfico, semáforos o árboles. Existen aparcamientos específicos para bicis en el polideportivo de La Palomera y recientemente se habilitaron en los locales de Es.pabila en la calle Dámaso Merino. Una vez más, la bici se ha considerado un estorbo para la calle, frecuentemente convertida en urinario.

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