Fraga cree que, con correcciones, el Estatuto puede ser un punto de partida

Manuel Fraga se mostró ayer crítico con el proyecto de Estatuto para Cataluña, aunque su reacción fue más tibia que la expresada por otros compañeros de partido. El ex presidente de la Xunta considera que el texto presentado en el Parlamento no es más que «una reforma encubierta de la Constitución», pero admitió que el proyecto catalán, «con algunas correcciones, puede ser un punto de partida». «Debe ser adaptado a la Constitución», reflexionó, antes de reconocer que Zapatero «dijo lo que tenía que decir». «El presidente puso las condiciones para revisar el Estatuto en los puntos que choca con la Constitución», ahondó Fraga durante la conferencia y debate que protagonizó en la Universidad de Vigo. Sin embargo, el dirigente popular recordó al presidente que el Estatut «está entendido como un estatuto de nación», lo que demuestra claramente «que es una reforma en cubierta de la Constitución». «El dice -refiriéndose a Rodríguez Zapatero- que hay ocho términos distintos al término nación, pero ayer sólo enseñó una», comentó el popular. En este sentido, recordó que la palabra nación «no tiene cabida, ni en derivado ni en subjuntivo». Para el fundador del Partido Popular, el artículo número 2 de la Carta Magna española, que dice que el país es una nación única e indivisible, deja fuera el termino nación de cualquier reforma estatutaria. Rajoy, brillante Con respecto a la intervención del líder de la oposición, el popular Mariano Rajoy, Fraga la describió de «total brillantez». Sobre la reforma del Estatuto de Galicia, el presidente del PP recordó que su formación está preparando ya su «renovación», y abogó por «reformar, mejorar, ampliar» el documento gallego, pero «nunca» elaborar otro nuevo. «Se puede mejorar nuestra estatuto, pero no hacer otro», subrayó Fraga, al tiempo que comentó que la futura reforma en Galicia no será una «copia» del catalán porque «los problemas de Cataluña son muy distintos a los nuestros». Por ello, el ex presidente del Ejecutivo gallego reiteró que «tenemos que continuar con el estatuto que tenemos», lejos de diseñar uno nuevo.