Concentración para liberar al minero retenido

Un tornillo arrojado desde las filas de los mineros alcanzó anoche en un ojo a un agente antidisturbios que defendía la Autovía del Noroeste de los piquetes a la altura de San Román de Bembibre, localidad que vivió una verdadera batalla callejera durante toda la tarde después de que las fuerzas del orden desalojaran a los huelguistas que habían interrumpido durante tres horas la comunicación entre León y Galicia en la A-6 y la N-VI. El agente herido fue trasladado a última hora de la tarde al Hospital del Bierzo, donde estaba siendo tratado del impacto en el ojo y de un fuerte golpe en la nariz, mientras sus compañeros seguían a los mineros hacia el interior de Bembibre y minutos después sacaban de los baños del pabellón de deportes a un minero atricherado con otros compañeros, de iniciales F.C, para tomarle declaración en el cuartel de la localidad. La presión de los piquetes sobre el cuartel y las gestiones de sindicalistas y del propio alcalde de Bembibre, Jesús Esteban, que habló por teléfono con el subdelegado del Gobierno en León, acabaron con la salida del retenido, F.C, entre aplausos, y los ánimos entre los más de trescientos productores concentrados ante las instalaciones de la Benemérita se serenaron, abortando una noche de disturbios como los que vivió la localidad en las huelgas de la pasada década. La acción de los antidisturbios para despejar la A-6 no se hizo esperar tanto ayer. A primera hora de la tarde, la situación se estabilizó, con los mineros arrojando piedras, tornillos, cohetes y hasta canicas desde la otra orilla del río Noceda, y los agentes parapetados en una barricada de contenedores de basura sobre los puntos estratégicos de los dos puentes de la localidad. Algunos mineros se desplazaron entonces hasta Villamartín del Sil para cortar de nuevo la A-6 más cerca de Galicia, hasta que fueron desalojados por nuevas fuerzas antidisturbios.