Un portavoz cree que el juicio pone «chinas» a la paz, pero no la obstaculiza

Uno de los portavoces de los acusados en el juicio contra el entorno de ETA afirmó que el proceso no facilita el final de la violencia, pero tampoco supone un escollo insalvable. Robert Etxezarreta admitió que el juicio supone «poner chinas en el camino», pero no será «un obstáculo para el proceso de paz y reconciliación». El portavoz señaló que el proceso es «un sinsentido» que «no va a facilitar las cosas» en el objetivo de alcanzar la paz porque dejará «un poso de amargura» en la izquierda aberzale. Etxezarreta señaló que pese a todo primará «la voluntad despueblo vasco» para alcanzar un escenario de «paz» que ponga punto final «al contencioso histórico» que vive Euskadi. El dirigente confió en que el juicio termine con «un final feliz», y a continuación leyó un comunicado en el que arremetió contra el juez Baltasar Garzón, instructor del caso Ekin , al que acusó de actuar guiado por «la paranoia» contra «todo» lo que a su juicio tuviera «alguna coincidencia» con los planteamientos de ETA.