«Estoy de acuerdo con que todo el mundo tenga acceso a ésto»

La madre de M. tiene 84 años y sufre la enfermedad de alzhéimer desde hace al menos seis años. Además ha estado hospitalizada para operarse de vesícula y, en dos ocasiones, de sendas fracturas de cadera. «Mientras vivió mi padre ella tiró, pero al año de morir él, hace siete años, empezamos a notarle cosas raras, se olvidaba del teléfono...». Lo más preocupante empezó durante su hospitalización por un cólico de vesícula. La desorientación que sufren temporalmente algunas personas mayores al ser hospitalizadas se convirtió en permanente. «Con las roturas de cadera pierde movilidad y la enfermedad avanza». Durante cuatro meses logró llevarla, pese a todo, en coche particular al centro de día para enfermos de alzhéimer de Astorga. Pero lo tuvieron que suspender. Cuando abrió el centro de La Bañeza -unidad de respiro tres horas diarias- la llevaban cada día. Pero surgió una nueva complicación: un tumor de piel en la cabeza. Nunca solicitó la ayuda a domicilio porque «dos horas no te solucionan nada; no merece la pena, necesita atención las 24 horas», precisa M. Pagan 700 euros al mes (más seguridad social) a una interna. «La ayuda nos viene bien, pero cuando ves la tabla te das cuenta de no hay mucha gente que pueda cumplir estas condiciones», por lo que se muestra de acuerdo «con la normativa del Gobierno que va a dar derecho a todo el mundo» a una prestación. De momento, su mujer ha tenido que dejar de trabajar y no puede asegurarla para cotizar porque «es familiar».