Diario de León

Los ministros de Interior y Justicia no forman parte del núcleo duro que prepara las conversaciones con la banda terrorista

El Gobierno da por seguro un alto el fuego de ETA, pero pide prudencia

El presidente lleva el asunto de forma personal al frente de un grupo de sólo tres personas

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G. Bareño / E. Clemente - redacción | madrid
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El Gobierno pidió ayer prudencia ante las especulaciones sobre una declaración inminente de tregua por parte de ETA. Según aseguraron a este periódico fuentes conocedoras del proceso, el Ejecutivo da por seguro que la banda terrorista hará una declaración solemme de alto el fuego, pero no será antes de marzo. Zapatero tiene ya preparados los pasos cuando se produzca ese momento, pero sólo un grupo muy reducido de personas, no más de tres, están al corriente de los detalles de la operación diseñada desde la Moncloa. Tanto José Antonio Alonso como Juan Fernando López Aguilar rebajaron ayer las expectativas creadas sobre una posible tregua. El ministro del Interior reclamó «absoluta tranquilidad, prudencia y la menor ansiedad posible». «No intentemos escribir una historia anticipándonos como si fuéramos futurólogos a algo que ya veremos si se produce o si no se produce», afirmó. Por su parte, el titular de Justicia rechazó hacer «conjeturas» y pidió mantener «la guardia alta» hasta estar «muy seguro» de que la organización terrorista «ha desaparecido por completo de nuestras vidas y ha interiorizado su derrota». Esa falta de optimismo puede explicarse, según fuentes próxi-mas al presidente del Gobierno consultadas por este diario, a que ninguno de los dos forma parte del núcleo duro que está al corriente de la marcha del proceso, y al papel que Zapatero quieren que jueguen en este preciso momento. La intención de Zapatero es mantener máxima discreción para que no se entorpezca el proceso antes incluso de que comience. Por ello, ha decidido controlar férreamente la información, rodearse sólo de tres personas para diseñar los preparativos de una hipotética negociación y repartir los papeles entre los miembros del Gobierno. En ese reparto, los titulares de Justicia e Interior serían los menos proclives a dar crédito a las intenciones de la banda, y, mientras ETA no de el paso definitivo, su función se limitará a «detener y condenar etarras», según las fuentes. Las previsiones de Moncloa Las previsión de la Moncloa es que el alto el fuego de ETA no se produzca de forma inmediata, como se rumoreaba ayer en círculos periodísticos madrileños. En todo caso, el hecho de que se confirme no supondrá la puesta en marcha directa del proceso de paz. Según aseguró el propio Rodríguez Zapatero la semana pasada a una pregunta de este periódico, el Gobierno «se tomará tiempo» antes de dar ningún paso. Las medidas que se adopten estarán en consonancia con la declara-ción aprobada en el Congreso de los Diputados, que faculta a Zapatero a iniciar conversaciones con ETA si abandona definitivamente la violencia.

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