El PSOE no considera a Arnaldo Otegi un interlocutor válido para el Gobierno en el proceso de paz

El secretario de Organización, José Blanco, descartó ayer a Arnaldo Otegi como posible interlocutor con el Gobierno en un hipotético proceso de paz porque el líder de la ilegalizada Batasuna no ha condenado el terrorismo ni ha pedido a ETA que deje las armas. El dirigente socialista cree que «es Batasuna quien se tiene que plegar al Estado de Derecho» y no al revés. En una conferencia que ayer pronunció en Madrid, Blanco aclaró que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no tomará ninguna decisión que altere el marco constitucional y jurídico y advirtió al lehendakari, Juan José Ibarretxe, que el derecho a decidir que él defiende es incompatible con esas reglas. El objetivo del Ejecutivo y del PSOE, aseguró, es lograr la paz «sin que la democracia retroceda un solo paso». Los socialistas mantienen «intactas» sus esperanzas de paz y defienden que el Gobierno explore las vías para que ETA siga sin matar porque se trata de un deseo de la mayoría de los españoles y de los vascos, incluido el mundo abertzale. «Esa puerta a la esperanza es hoy más posible que nunca y el Gobierno no va a cerrarla nunca», apuntó. El portavoz de la Ejecutiva socialista arremetió contra la actitud del PP y aseguró que es una «villanía» acusar a Zapatero de rendirse ante los terroristas. Problema de libertad Mariano Rajoy, por su parte, dejó en manos de los jueces la situación del portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, y en respuesta a las críticas del lehendakari ante su presumible encarcelamiento por ser un posible interlocutor del proceso de paz, negó la mayor porque «no creo que haya ningún proceso de paz». En su opinión, «el problema que hay es de libertad, el problema es que hay una organización terrorista que chantajea a la gente, le pide dinero, le pone bombas si no paga, le mata y le priva de derechos y de la libertad». «Aquí lo que necesitamos es un proceso de libertad que se conseguirá cuando ETA deje de existir», insistió el dirigente popular que recordó que la gente de Euskadi «quiere ser libre» y rechaza «que nadie le imponga sus teorías o le amenace o le extorsione». Bajo vigilancia Mientras, el portavoz de Batasuna continúa en su domicilio bajo vigilancia mientras se repone de una bronquitis. El forense del juzgado de guardia de Eibar (Guipúzcoa) visitó al enfermo y dio cuenta de su estado al juez Fernando Grande-Marlaska. El magistrado ordenó al forense visitar al líder de la formación ilegal cada doce horas e informarle de inmediato de su recuperación del proceso bronquial que atraviesa. Será entonces cuando le volverá a citar a declarar como inductor de los altercados de la jornada de huelga que la pasada semana convocó Batasuna en el País Vasco y Navarra como protesta por la muerte de dos terroristas en prisión.