Los profesionales perciben que la reformano ha supuesto mayor seguridad real
La aplicación de las modificaciones incluidas en el Reglamento de Explosivos está cargada de luces y sombras. Si el balance de las Fuerzas de Seguridad suena a positivo, el de los profesionales no es tan claro. Entre los consumidores de explosivos -en León hay unas 150 empresas que requieren este tipo de material- existe una percepción generalizada de que muchas de las imposiciones legales no se han plasmado en un incremento de la seguridad real, tal y como se puso de manifiesto durante las jornadas de trabajo que se desarrollaron en León a principios de mayo, en las que participaron alrededor de 200 profesionales de la minería, la obra civil, la fabricación de explosivos y la seguridad. Partiendo de que este sector es el principal interesado en mantener un negocio seguro y transparente, los participantes coincidieron en que muchas de las nuevas normas no son una solución real ante la amenaza terrorista. «Hemos cambiado el papel de la seguridad por la seguridad del papel», se dijo en este foro en relación al excesivo papeleo que trajeron consigo los cambios introducidos en el reglamento. Un 20% más caros desde el 2004 Además de las situaciones contradictorias que ha provocado su aplicación -por ejemplo el Gobierno no ha explicado aún cómo introducir una caja de seguridad de diez toneladas en una mina subterránea para guardar los explosivos-, en los casi dos años de aplicación del reglamento, el precio de este material se ha incrementado en un 20%, principalmente como consecuencia del aumento de los costes de vigilancia que soportan las empresas que manipulan o transportan explosivos. Además, cada sociedad ha tenido que contratar una persona por cada punto de consumo para la llevanza de los libros que registran la entrada y salida del material. Los profesionales temen que, en un futuro, la subida de las tarifas sumada al incremento de los costes laborales minen la competitividad del sector, que ya se ha tenido que enfrentar a diez años de bajada de precios por la modernización de la industria productora y que además tiene en Italia un duro adversario. Mil empleos en León En la provincia, alrededor de mil personas utilizan explosivos para su trabajo diario, excluyendo los militares. Sin embargo, el sector da trabajo a unas 7.000 personas. Según las mismas fuentes, más de un tercio de las aproximadamente 150 consumidores leoneses, como minas o canteras de roca ornamental, han asumido con dificultad las condiciones de seguridad introducidas por Interior tras el 11-M respecto a su viabilidad económica, sin contar además con medidas correctoras.