Diario de León

El PSOE niega que su partido pidiera contactos y Acebes habla de una «traición» a la democracia

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agencias | madrid
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El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, negó este martes que su partido pidiera a Julen Madariaga que le facilitara el contacto con ETA antes de que José Luis Rodríguez Zapatero ganara las elecciones de marzo del 2004. El responsable del grupo parlamentario socialista en la Cámara baja consideró que esa información «no tiene ninguna verosimilitud ni sentido», aseguró que el Ejecutivo ha sido «absolutamente transparente» y recordó que cuando se planteó una interlocución con la banda terrorista el presidente Rodríguez Zapatero llevó a las Cortes las condiciones para ese diálogo. Recalcó que esas conversaciones «se han iniciado con absoluta transparencia» y denunció que el primer partido de la oposición dé crédito a lo que dice el entorno de la banda antes de que se pronuncie el Gobierno. López Garrido denunció que al PP «le interesa especialmente» hablar de esta cuestión para «desviar la atención del escándalo» de la carta que recibieron este verano los alcaldes de la provincia de A Coruña en la que -según dijo- se les instaba a retrasar la contratación de los retenes contra incendios. El diputado socialista convocó a los periodistas en los pasillos del Congreso después de que el secretario general del PP, Ángel Acebes, hubiera reclamado una explicación «inmediata» y un desmentido «claro y rotundo» del presidente del Ejecutivo o de «cualquiera de sus portavoces», en respuesta a las declaraciones de Madariaga. Acebes añadió que si la información ofrecida por el fundador de ETA fuese cierta, Zapatero habría cometido una «traición» al pacto antiterrorista y «a los principios básicos de la democracia». Presiones Por otra parte, la vicepresidenta primera del Gobierno se refirió a la marcha del proceso de paz para pedir que cesen las «presiones» al Ejecutivo. Después de que el pasado fin de semana se volvieran a producir actos de violencia callejera en el País Vasco y de que el entorno de la banda organizara una marcha a favor de la excarcelación de los presos terroristas, María Teresa Fernández de la Vega rechazó cualquier tipo de chantaje en el proceso de diálogo. En una intervención dirigida a su grupo parlamentario, la ministra de la Presidencia destacó que el Gobierno trabajará con «prudencia, responsabilidad y con la ley en la mano» para buscar el fin de la banda terrorista. A punto de cumplirse seis meses desde la delcaración del alto el fuego permanente, la vicepresidenta interpretó que en aquel comunicado del 22 de marzo ETA anunció su voluntad de abandonar «definitivamente» la violencia.

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