Diario de León

El volumen de negocio supera los cinco millones de euros, un 17% del potencial de Castilla y León en la producción de hongos

Las 850 toneladas de setas cosechadas en León suministran más de 17.000 salarios

Las comarcas del Teleno y de Cuatro Valles serán pioneras en comercializar los recusos micológicos

Norberto

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Marco Romero - tabuyo / puente villarente
León

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«Sólo una red de lonjas en León, El Bierzo y Astorga-LaBañeza y la regulación normativa propiciaría el despeque del sector» MANUEL BERNARDO, presidente de la Asociación Micológica Cantarelus La provincia de León comercializa alrededor de 850 toneladas de hongos silvestres al año, lo que representa un extraordinario negocio que proporciona más de 17.000 salarios y un movimiento económico superior a los cinco millones de euros. Los datos han sido extrapolados de una investigación llevada a cabo por el Departamento de Investigación Forestal Valonsadero, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, que concluye que «León aporta un 17,1% de la aptitud forestal para la producción de setas silvestres comestibles de importancia socioeconómica en Castilla y León». Según los datos que maneja la Junta, la cosecha de cinco mil toneladas de hongos genera 30 millones de euros y más de cien mil sueldos en las nueve provincias de la comunidad. El acertado estudio, que arrojará datos más precisos en unas semanas, será la principal herramienta de trabajo para los programas de desarrollo rural vinculados a los aprovechamientos micológicos, que ahora empiezan a despegar con proyección profesional en el Teleno y Cuatro Valles. Los pueblos de Maragatería y Valdería son los más avanzados de la provincia en la gestión de este aprovechamiento. La Asociación Montañas del Teleno inició en marzo del 2005 la estrategia Micología y calidad , integrada en el proyecto europeo Life Myas que se dirige desde Soria, para diagnosticar las posibilidades de esta explotación vecinal y «asentar población que viva de las setas», resume el técnico de este proyecto en el Teleno, Jaime Olaizola. El fruto del hongo Un año y medio después, 40 vecinos son recolectores profesionales. La formación impartida ha abierto el mercado de los hongos silvestres a unas 50 especies comestibles, cuando la mayor parte de la recogida se centraba hasta ahora en tres o cuatro. 20 personas han recibido el título de guías micológicos, servicio que ahora ofrecen los alojamientos de turismo rural como un atractivo más en las temporadas de otoño y primavera. El circuito se cerró con unas jornadas de cocina micológica para restauradores y un atractivo programa escolar. Objetivo, sin intermediarios Actualmente, los pueblos del Teleno y las comarcas integradas en Cuatro Valles desarrollan otro programa pionero en León con el objetivo último de comercializar los hongos silvestres. Es una continuación del Myas III y se denomina Recursos micológicos y desarrollo rural . Junto a otros 17 grupos de acción local de Castilla y León, las poblaciones leonesas pondrán en valor la recolección de setas y hongos con el fin de que los vecinos obtengan beneficios. «Vamos a intentar ordenar el recurso y organizar el aprovechamiento. Ya que las setas pertenecen a los pueblos, que los beneficios se queden aquí», subraya Jaime Olaizola. «El ideal -añade- sería que no todos los que recolecten setas esperan al intermediario. Incluso sería bueno promover el cooperativismo». La apuesta de la Junta por la explotación de las setas como motor económico en determinados territorios rurales busca controlar la explotación con el objetivo de fondo de avalar la certificación de calidad, la salubridad y la diferenciación de los productos. Los aprovechamientos micológicos en los montes y bosques están regulados en un decreto aprobado por la Junta en 1999. Sin embargo, este documento, más bien dirigido a la conservación de especies micológicas y sus hábitats, no ha contribuido de forma decisiva a que la industria potencial de las setas silvestres se constituya como un modelo de explotación racional de la riqueza micológica. El decreto asume que es necesaria más regulación.

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