«La joya de la Biblioteca Nacional no se ha tratado con diligencia»

Manuel Moleiro, uno de los mayores expertos en códices y editor de la primera edición facsímil del códice en 1994, y de algunas de las joyas bibliográficas más importantes del mundo, se lamentaba ayer de la poca diligencia con las que se manejan este tipo de obras y «el amplio halo de misterio con el que las rodean cuando salen a exposiciones. Mientras nos exigen el máximo de garantías para facsimilar cualquier libro, sin embargo a la hora de hacerlo con otros, no son tan escrupulosos. Luego se cometen irregularidades como la de ocultar un informe tan necesario como el de los daños al beato, por temor a que se les acuse de ineptitud. El Beato de Fernando I es Patrimonio de la Humanidad, sin serlo oficialmente, además, como han manifestado los más prestigiosos historiadores de arte como Yarza Luaces, John Williams, Manuel Díaz y Díaz, o en su día Claudio Sánchez Albornoz, es la joya de la Biblioteca Nacional y un bien cultural único al que hay que mantener en el más óptimo estado de conservación sin escatimar medios y ajustándose a las más estrictas normas legales».