Diario de León

Para el jefe de investigación, la reivindicación en un diario londinense fue el primer indicio

La pista islamista de los atentados empezó a considerarse el mismo 11-M

Detenidas tres personas en Madrid y Cádiz vinculadas con los terroristas islamistas Uno de

Emiliano Llano, para el que se piden cinco años de cárcel

Emiliano Llano, para el que se piden cinco años de cárcel

Publicado por
Julio Á. Fariñas - redacción | madrid
León

Creado:

Actualizado:

Confusión y desconcierto fue la primera reacción de los expertos en la investigación del terrorismo islamista cuando en la mañana del 11 de marzo del 2004 recibieron las primeras noticias de los atentados contra los trenes de cercanías de Madrid. Así lo declaró ayer en el juicio el jefe de la sección tercera de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) que testificó a petición del fiscal como testigo protegido. El testigo precisó que en un primer momento todas las hipótesis sobre la autoría estaban abiertas, y que lo primero que hicieron fue revisar todas las investigaciones que tenían en marcha sobre terrorismo de origen islamista y hablar y contactar con colaboradores que pudieran aportar alguna pista. La primera importante, aunque no definitiva, fue la localizacion de la furgoneta Kangoo, cerca de la estacion de Alcala de Henares, en la que aparecio una cinta con canticos islamistas y una bolsa con restos de explosivos y detonadores. Ese hallazgo no les llevo a descartar ya la hipótesis de la autoria de ETA, porque el contenido de la cinta era oraciones del ramadan fáciles de adquirir. Lo que ya consideraron como un indicio serio de que se podría tratar de un atentado de corte islamista fue el comunicado de reivindicacion recibido esa misma noche por un diario londinense, ya que el grupo que lo suscribía era conocido como una referencia clara dentro de la estructura de Al Qaida. Relató también el testigo que horas más tarde, concretamente en la madrugada del día doce, fue localizada la mochila que no estalló en el tren de la estación de Vallecas. Ese hallazgo, además de los explosivos intactos, aportó como fuente de información un terminal telefónico que tenía el IMEI (número de identificación trucado), que era de un operador (Movistar) y una tarjeta SIM de otro (Amena), datos que conducen hasta el locutorio Nuevo Mundo de Lavapiés, propiedad de Jamal Zougam. El funcionario explicó que Zougam, uno de los cinco primeros detenidos, es viejo conocido de la UCI-E por su relación con dos sumarios abiertos en la Audiencia Nacional, el de la célula española de Al Qaida que lideró Abú Dahdah y el relacionado con la masacre de Casablanca de mayo del 2003. Detenciones Mientras se desarrollaba esta declaración, efectivos de los servicios de Información de la Policía detenían en Madrid y en la localidad gaditana de Algeciras a tres presuntos activistas islámicos, dos marroquíes y un español, supuestamente encuadrados en la red de apoyo a los terroristas que perpetraron la masacre del 11-M. Los arrestados en Madrid en la denominada operación Rizo, ordenada por el juez Juan del Olmo, instructor de la matanza de los trenes, son Abdelkrim Lebahina, nacido en la ciudad marroquí de Casablanca en 1974, y Rachid Mapchour, de 28 años y natural de la misma población. Ambos fueron detenidos en las inmediaciones de sus domicilios madrileños. Los agentes también detuvieron en el Centro Penitenciario de El Botafuegos, en Algeciras, a Tarik Hamed Hamu, un musulmán de nacionalidad española y de 28 años, que cumple condena en esa cárcel por falsificación de documentos. El Ministerio del Interior informó a última hora de ayer que en los registros se intervinieron «diversos efectos que están siendo analizados por los investigadores».

tracking