La Junta regula el testamento vital y crea un registro para los sanitarios

La Consejería de Sanidad dio ayer luz verde a la regulación del documento de instrucciones previas en Castilla y León y a la creación del registro que permitirá a todo el personal sanitario conocer la voluntad del paciente sobre su salud cuando éste sea incapaz de decidir, ya sea por una enfermedad como el alzheimer o con motivo de un accidente de tráfico, por ejemplo. En caso de fallecimiento, los médicos también podrán saber, si así lo dejó escrito, el destino de su cuerpo u órganos, de modo que los deseos de la persona se tengan en cuenta. El decreto, que ayer publicó el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), también crea una nueva figura, dependiente de la Administración autonómica, ante la que poder presentar este documento en el que, ante situaciones irreversibles, el paciente podrá exponer el deseo de recibir medidas paliativas para evitar el sufrimiento o el de que no se prolongue la vida artificialmente por medio de tecnologías y tratamientos desproporcionados. También, podrá recoger los objetivos vitales y valores personales que ayuden a interpretar las instrucciones previas. Del mismo modo, en el documento se podrá designar a una o varias personas como interlocutores con el médico para el cumplimiento de estas instrucciones. Si bien, en ningún caso, la aplicación del testamento vital podrá violar la normativa vigente, por lo que no se tendrán en cuenta las indicaciones contrarias al ordenamiento jurídico. Esta figura administrativa, que se materializará en trabajadores al servicio de la Administración y de la que dependerá el registro, llevará aparejado que la persona que desempeñe la tarea antes habrá recibido formación sobre cuestiones de ética y bioética. Se encargará de explicar en qué consiste el testamento vital; ayudará a elaborarlo, expedirá las certificaciones acreditativas, autorizar las inscripciones de los testamentos vitales que reúnan los requisitos, etc.