Su majestad de Coyanza

«La política casi siempre es una apuesta en la que no sólo gana el más listo sino aquel que maneja todas las cartas de la baraja». Esta frase de un político del Partido Popular tiene hoy, dos días después de que los electores leoneses hayan hablado -y de qué forma- y hayan colocado a cada uno en su sitio cobra más fuerza que nunca. Así, Mario Amilivia apostó por ser alcalde a toda costa, cuando algunas voces le decían que no, que buscara una salida airosa dentro del partido que le permitiera estar en predisposición de encabezar la lista al Congreso en las generales del año que viene. No hizo caso, creyó tener todas las cartas, apostó y perdió. Y lo mismo puede decirse de Isabel Carrasco, que se quitó de en medio a Javier García-Prieto contra la voluntad de muchos, dentro y fuera de su partido, se puso el traje de candidata a la Diputación y se ha quedado como el municipio por el que se presentó. ¿Y ahora? Pues ahora su posición de fuerza dentro del propio partido se ha quedado diluida como un azucarillo e, incluso, alguno ya ha empezado a mover sus fichas para que el tsunami de Isabel Carrasco no le arrastre a él también. Curiosamente, el mismo que en su día la aupó a la presidencia del Partido Popular ahora puede hacerla caer del pedestal, cuando menos de la Diputación. Este personaje que reina cual majestad por las tierras de Coyanza y que ha revalidado su mayoría en Valencia de Don Juan ya sabe que la UPL y el MASS no están dispuestos a hacer presidenta de la Diputación a Isabel Carrasco, ¿pero y a él? Al menos no lo repudian y no va a dejar pasar esta oportunidad. Habrá que esperar, en todo caso, a lo que pueda suceder por ejemplo en el Ayuntamiento de León, donde a la UPL no se le ha olvidado que el PP la echó del gobierno municipal pactando con su peor enemigo, pero los populares quieren contrarrestarlo ofreciendo hasta lo que no tienen. ¿Dónde quedó aquello de que gobierne la lista más votada? Martínez Majo ya sabe que la UPL y el MASS no van a hacer a Isabel Carrasco presidenta de la Diputación, pero a él no lo repudian y no quiere dejar pasar la oportunidad