Se ha descartado la autoría del violador del chándal en otras dos violaciones

Las ocho agresiones sexuales que la policía nacional imputa a Andrés Mayo Fernández, apodado como el violador del chándal, ocurrieron todas ellas en el término municipal de La Coruña. En la relación dada a conocer el pasado sábado, las fuerzas del orden no incluyen una agresión sexual y una violación que tuvieron lugar en el concello de Arteixo, también en esta provincia, el pasado mes de mayo y que fueron denunciadas en su día en el cuartel de la Guardia Civil de esa localidad. Una de las agredidas fue una mujer de 46 años de edad a la que un hombre amenazó con un cuchillo, luego la llevó hasta un monte cercano a la vivienda de la mujer, que vive sola, y allí consumó la violación, antes de huir. Esto ocurrió el 11 de mayo. Retrato robot Tres días antes, una joven de 21 años también había sufrido un intento de agresión en un camino del municipio; este lugar se encuentra a menos de un kilómetro del anterior ataque. Con los datos aportados por esta joven, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil elaboraron un retrato robot del supuesto agresor. No obstante, la forma de actuar de uno y otro caso, según fuentes de la investigación, era muy diferente, con lo que en un principio no pensaban que pudiera tratarse de la misma persona. Silencio de las víctimas Tras la detención del violador del chándal, una de las mujeres agredidas en Arteixo declinó hacer ninguna declaración argumentando que prefería esperar a ponerse en contacto con los responsables de la investigación y seguir sus indicaciones. Otra de las mujeres agredidas en el casco urbano de la ciudad se manifestó en el mismo sentido, indicando que prefería guardar silencio y no tener que volver a recordar lo ocurrido; en este caso, se quedó en una agresión, ya que los vecinos de la víctima escucharon sus gritos y salieron a ayudarla evitando así que fuera violada y haciendo huir al agresor. Tras la detención del violador del chándal, numerosas personas, empezando por miembros del equipo del gobierno local de La Coruña, mostraron su satisfacción por este hecho que, según varios vecinos, supone el fin «de una inquietante situación» que llevaba varios meses afectando a la ciudad.