Bermejo, en contra de la cadena perpetua para los presos de la banda

El titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, aseguró ayer que las penas de cadena perpetua para los miembros de ETA no son la «panacea para la resolución de conflictos». A pesar de ello, el ministro evitó criticar a la Fiscalía gala por su intención de acusar a los cuatro etarras detenidos en Cahors el pasado fin de semana de delitos que podrían acarrear el máximo castigo en la legislación francesa. El ministro se mostró en contra de la cadena perpetua y aseguró que una pena de ese tenor no cabría en la legislación española. Y recordó que el artículo 25 de la Constitución, «como no podría ser de otra forma en una Constitución moderna, respetuosa con las grandes declaraciones de derechos humanos», niega la posibilidad de la cadena perpetua porque «la privación de libertad no puede tener como única finalidad castigar, sino que tiene que tener como objetivo la reinserción». En cualquier caso, según su interpretación, tampoco en Francia los etarras podrían ser condenados a pasar toda su vida en la cárcel porque en realidad en el país vecino se entiende la cadena perpetua como una «especie de pena indefinida» que debe ser «revisada cada 20, 25 ó 30 años». Fernández Bermejo insistió en que la cadena perpetua pura no puede existir en el «mundo civilizado» y abogó por la «proporcionalidad en la respuesta» frente a los delitos porque, dijo, ese criterio es «el fundamento de su legitimidad». A pesar de ello, el ministro defendió cualquier decisión que tome la justicia francesa sobre el futuro de los cuatro terroristas.