Crece el malestar en los pueblos por el abandono: «Todo ha sido una fábula»

La percepción general que gravita en los pueblos babianos con servidumbre de pastos en Pinos es de malestar frente al abandono institucional. «Quieren acabar con esto y lo van a conseguir», asevera el pedáneo de Villargusán, Pedro Álvarez Barriada. Se muestra realmente impotente frente a las promesas incumplidas por parte de aquellos políticos que han visitado la zona cargados de proyectos virtuales. «Todo ha sido una fábula», afirma indignado. Cita, entre otros compromisos olvidados, el de la carretera que sube a Pinos. «Este año no se puede ni subir. Si de todo lo prometido hicieran algo...», denuncia Álvarez Barriada. Él fue uno de los vecinos que escuchó en directo la promesa del delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández, de invertir un millón de euros en rehabilitar este abrupto camino. Los cuatro pedáneos han perdido la esperanza en las grandes instituciones de quienes depende su futuro -«estamos sumidos en el abandono»- y aseguran que ya sólo les queda «la acción», algo que no descartan a corto plazo. De momento, las juntas vecinales ya han pedido formalmente una reunión con la presidenta de la Diputación, institución que siempre ha mantenido un manifiesto apoyo a estos pueblos y de la que no ha salido ni un solo pronunciamiento durante la actual legislatura. Por un nuevo activo económico La gestión de las mil hectáreas que provocan tanto enfrentamiento entre los pueblos leoneses y Asturias sería un aliciente de futuro para un amplio sector de la población que pretende recuperar la zona a efectos de explotar la ganadería de Hispano-Bretón como un nuevo activo económico para Babia. El proyecto que prepara un pequeño grupo de emprendedores «es esencial para la biodiversidad y la protección ambiental de la comarca», aspectos en los que precisamente descansa la figura de protección de Reserva de la Biosfera, de la que gozan 38.018 hectáreas de este territorio desde el 2004.