«En 30 años de alcalde no he cobrado nada del ayuntamiento»

león

«Las elecciones de 1979 para mí fueron buenas, aunque entré con mucho miedo y nunca pensé que iba a poder desempeñar el cargo. No me veía preparado». Marcelo Fernández Olmo, nacido, vecino y alcalde de Mansilla Mayor durante los último treinta años, recuerda perfectamente que «no gané las elecciones: aquí la UCL sacó tres concejales, los independientes, dos y UCD, por donde iba yo, otros dos. Nadie me dijo nada, pero el día de la votación los independientes me apoyaron a mí». A partir de entonces, Fernández Olmo ha ganado todos los comicios por mayoría absoluta. «Tuve suerte de que el partido me ayudó mucho», confiesa. Lo primero, a poner en marcha las obras de abastecimiento y saneamiento: «Se lo dije al secretario y me dijo que era imposible. Ya hemos dado dos golpes y no fuimos capaces, añadió». Pero el alcalde, que sabía muy bien cuál era su misión, insistió: «Vamos a pedir una subvención al Gobierno... Esos no te dan nada me contestó el secretario. Pero al medio año me lo concedieron y recibimos nueve millones para tres de los cuatro pueblos. A fondo perdido. No tuve que devolver nada», relata.

Otro de los hitos de aquellos primeros años fue conseguir que se iniciran las obras del esperado canal del Porma, una reivindicación que le llevó a Madrid junto al alcalde de Villasabariego, Manuel Rodríguez, y el gobernador civil. «Allí nos recibió el secretario del ministro de Agricultura, pero fuimos gracias a que me planté ante Rodolfo Martín Villa y Justino de Azcárate», el uno en el Gobierno de la UCD y el otro como senador por León por la coalición centrista.

Para el alcalde de Mansilla Mayor no ha habido un gobierno mejor que aquel de la UCD liderado por Adolfo Suárez. «Lo mejor de todo este tiempo fue la UCD, ha sido el mejor gobierno que ha habido», insiste, aunque ahora admite que tiene «buenos amigos» en el Partido Popular: «Me llevo bien con todos, hago lo que me mandan y ellos me dan el dinero para que lo administre».

Es agricultor y ganadero, soltero, y vive de su trabajo en el campo. «Esto es voluntario. El que quiera que venga y el que no que se quede en casa», señala tras indicar que en 30 años de alcalde «no he cobrado nada, ni por comisiones ni por plenos porque en este ayuntamiento no existen sueldos ni dietas para el alcalde ni para la oposición», asegura. Un caso insólito, sin duda, en la política actual.

Marcelo Fernández está orgulloso de todas las obras que ha hecho en el ayuntamiento (asfaltados, Camino de Santiago, pozos artesianos, casa de cultura, depósitos de agua) y «muy contento de los vecinos del municipio aunque siempre hay cuatro o cinco que protestarían aunque les pagara».

Ahora quiere adecentar el entorno del monasterio de Sandoval, para el que han pedido guía turístico, y aún tiene esperanza de conseguir hacer el puente sobre el Porma, un proyecto aparcado desde los años 80.

Sólo Julio González, de Valdepiélago, y también del PP lleva tantos años como él en la política local.