A Sabina le falla la música

?oaquín Sabina es uno de los mejores compositores de canciones en español de todos los tiempos y, además, siempre se ha mantenido a salvo de las trampas del éxito gracias a una coherencia de obra y pensamiento que le ha ganado el respeto del público. Enhorabuena. Sin embargo, los discos del cantautor que mejor han envejecido siempre han sido los que utilizaban los instrumentos acústicos como colchón y dejaban la poesía de Sabina en primer plano. En su último disco sufre una instrumentación desfasada que perjudica a las melodías. Únicamente las letras salvan el nuevo trabajo discográfico. En Alivio de luto Joaquín sólo utiliza esa fórmula en contados temas, como Paisaje (música de Paco Ortega) o ¡Ay Rocío!, que son algunas de las cuatro o cinco canciones que salvan la cara de un álbum que si se compara con el resto de la discografía de Sabina no pasa de mediocre. Los problemas de Alivio de luto comienzan con una producción instrumental que abusa de unas guitarras eléctricas ochenteras a más no poder, y que parecen sacadas de los conciertos que Miguel Ríos daba en aquella década. Las baterías o, en su defecto, percusiones salidas de un ordenador que se escuchan refuerzan ese fuerte sentimiento de dèjá vu, y no ayuda a olvidarlo unos ocasionales coros de voces masculinas que simplemente son ridículos. Las letras del siempre metafórico Joaquín Sabina y alguna melodía que funciona salvan, en parte, el disco. ALIVIO DE LUTO. Pop. CD. Trece temas. DVD (entrevista más dos temas acústicos). Calificación ( ).