Teatro Emperador: gloriosa traca final

El ocaso del Emperador se hace realidad. Ni un penúltimo esfuerzo del capitán Alatriste ha conseguido salvarlo. El 31 de este mes parece que definitivamente se cierra el particular teatro de los sueños leonés que, durante más de cincuenta años, nos ha hecho disfrutar con estrenos de relumbrón. Las interminables colas para ver E.T. , el siniestro gallinero y su vertiginosa altura, los maravillosos carteles de Velasco, el perenne y ya entrañable chirriar de sus butacas... cada leonés guardará sus recuerdos personales de una de las salas más míticas de la capital. Pues bien, para intentar mitigar tan triste fecha, el Emperador ofrece hasta final de mes dos sesiones diarias gratis de cine... ¡y vaya cine! Con el significativo título de Cuando el destino nos alcance , se ha programado un ciclo de cine clásico que reflexiona sobre el paso del tiempo: en el propio cine (cine mudo), en diferentes géneros (western, boxeo, musical) o en la vida misma. Nombres como Billy Wilder, John Huston, Howard Hawks, Charles Chaplin o Michael Curtiz se mezclarán con genios modernos como Truffaut, Tornatore o Eastwood... lo mejor de lo mejor. A las 20 y a las 22.30 (tal vez algo tarde para los más jóvenes), el ciclo es imprescindible para todo universitario, para todo cinéfilo, para toda persona con mínimas inquietudes culturales, en definitiva, para todo nostálgico, pues el cine forma parte de nuestras vidas... igual que el Emperador. La última película que proyectará el Teatro Emperador será la genial Cinema Paradiso , todo un canto al cine clásico y a las salas de cine antiguas... obligatorio aplaudir al final, la lágrima caerá sola.