Menta, canela...y buey

E l cocinero que en estos días se encuentra con una buena carne de buey se siente emocionado. Poder ofrecer a sus clientes carne de dos animales de 12 y 14 años de edad y que estuvieron destinados a las duras tareas agrícolas durante toda su vida es una suerte para el profesional que las presenta y, sobre todo, para el comensal que puede disfrutarlas

Fernando Fernández Balboa, el responsable del popular Menta y Canela ponferradino, se siente feliz con sus Jornadas del Buey, que durarán hasta el 11 de febrero. En ellas ofrece, como aperitivo, un sabroso consomé tostado de buey al jerez. En los entrantes, callada de buey con fabes, chorizos de buey al mencía, aguja de vaca estofada con patatinas, y el espectacular carpaccio de solomillo macerado con aceite de trufa y parmesano, donde el cocinero deja patente toda su profesionalidad.

En los segundos nos encontramos con ossobuco de buey estofado, costilla asada en horno de leña con puré trufado de patata, cortes de carnes al plato (tapa, babilla, contra etc.), hamburguesa de buey-¦ y más, porque dos bueyes dan para mucho.

El menú, con esta extraordinaria composición, más postres y cafés, tiene el estupendo precio de 23,69 euros. Aparte se puede degustar en Menta y Canela un pantagruélico chuletón de buey al plato con pimientos asados del Bierzo, según tamaño, por 39 euros el kilo de carne.

Menta y Canela es un cálido restaurante que en su decoración repite con elegancia el estilo kisch típicamente berciano. Antiguas mesas de comedor, agradablemente espaciosas, donde cabe todo sin apreturas. Arañas de cristal y detalles de buen gusto en la vajilla y los complementos adornan el coqueto establecimiento. Fernando explica: «Después de viajar por los mejores restaurantes de Europa creí que era el momento de descansar un poco. Hace doce años que monté el restaurante con la idea de realizar una cocina diferente, que no se estuviera haciendo en el Bierzo, una cocina muy sofisticada, muy elaborada. Hoy hemos remitido un poco en la investigación y la novedad para acercarnos a los gustos de los clientes, pero sin olvidar nunca nuestros principios».

Fernando es cocinero casi por obligación, «mi padre fue cocinero, mi madre cocinera, mi tío cocinero, mis abuelos cocineros... yo estudié cocina en la Escuela de Hostelería de Santiago de Compostela. Después trabajé en las Baleares y en restaurantes de Alemania, Francia, Andorra, Portugal... Aunque al final lo que hago en Menta y Canela es lo que la gente me demanda, amoldando las ideas que uno ha recopilado por el mundo a los gustos y los productos bercianos».



Cocina Sobresaliente

Servicio Notable

Decoración Notable

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 9